Capítulo 26

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Emiliana

Su sonrisa petulante llego a mi y por un momento quise golpearlo.

—Disculpe señorita pero no hay nada que hacer.

Mis ojos se abrieron ante lo que escuchaba y por un momento me quede sin palabras.

—¿Como que no? ¿Usted esta escuchando?

—La escucho fuerte y claro. Pero lamentablemente no hay leyes encontra de recibir regalos de su ex.

Sentí que apretaban mi brazo y suspire.

—Creo que usted no entiende, no es solo un ex. Él ya tiene antecedente, me dejo en un hospital y ahora me esta acosando.

El policía rió mientras negaba con la cabeza.

—Lo siento, vaya y disfrute el auto. No podemos tomar su denuncia a menos que tenga evidencia concreta de los hechos.

De pronto mi ira creció.

—¿A que se refiere?—preguntó Val a mi lado.

—¿Evidencia concreta?—repeti—¿Me esta diciendo que tengo que venir golpeada para que puedan tomarme la denuncia?

—Básicamente, de esa forma nos aseguraremos que realmente el sujeto es como usted dice y no que se trata de una ex despechada.

Sentí que mi boca se abría ante lo que escuchaba.

—¿Despechada? ¿Usted se esta escuchando?¡Puedo conseguirle mi historial médico si quiere para comprar lo que digo!

—Tranquila...

—¡No me diga que me tranquilice!¡Este hijo de puta me esta acosando y usted me trata como una maldita despechada! ¿Proteger y servir?¡Por policías como usted las mujeres pasan por un calvario!¡Por que no las escuchan!¡Por que se burlan de ellas!

—Haga callar a su amiga antes de que la encierre.

—¿La estas amenazando?—preguntó Val—mejor has tu trabajo y tomale la puta denuncia antes de que te denunciemos a ti.

—¿Que sucede aquí?—preguntó una mujer, dos policías la acompañaban y otros dos llevaban a un hombre esposado—a la celda—indico a los policias—hice una pregunta.

—Oficial, esta señorita vino a denunciar a su ex por que le regalo un auto—la burla era evidente en voz.

Las cejas de la oficial se elevaron notablemente ante eso.

—No es así. ¿Que clase de policía es?—dijo Val indignada.

—Estoy esperando —dijo la oficial cruzándose de brazos.

—Mi ex me esta acosando —explique—el ya me golpeó... Yo solo quiero que este lejos de mi...—En mi garganta se formo un nudo.

Era una sensación horrible, el policía me había reducido a nada descreyendo mi historia, tratandome de despechada. Me humilló.

—Pasen a mi oficina.

Los brazos de Val me envolvieron y ambas caminamos hacia el pequeño cuarto.

—Tomen asiento—indico con la mano, tomo unos vasos y los lleno de agua, luego me lo dio—toma un poco, quiero que me cuentes todo.

Entre lágrimas conté mi historia, otra vez.

—Necesitó el informe médico, cuanto antes lo tengamos más rápido podremos avanzar sobre tu caso.

—¿Tomara mi denuncia?

—Por supuesto. Dejaré asentado todo, me tomara un momento redactarlo—tomo aire —te seré sincera, la justicia en estos casos no suele hacer mucho, pero dejaremos todo asentado, eso te servirá como respalda si llegara a peores.

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora