Especial

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Entro al salón y dejo mi bolso a un costado. Me colocó frente al gran espejo y la vuelvo a ver.
Su pelo largo castaño, su sonrisa parece iluminar todo el lugar, sus ojos... Nunca vi unos ojos tan expresivos.
Es la tercera clase que toma conmigo.

<<Emiliana>>

No pude evitar ir a buscar su ficha de inscripción para saber su nombre.

<<Es menor>>me digo a mi mismo y largo un suspiro de resignación.

17 años, a meses de cumplir 18.

La veo charlar muy alegremente con una chica de pelo rubio, es linda pero no se compara con ella.

Veo como un chico llega y lo primero que hace es ir a saludarla. Ella le da una sonrisa hermosa y el le da un beso en la mejilla. Mi cuerpo se tensa.

1...2...3...

Respiro hondo y aplaudo llamando la atención de todos.

-Buenas tardes, hoy haremos la bachata de a dos.

Cuento la cantidad de personas, hay trece hombres y catorce mujeres. Genial podré bailar con ella.

Me voy a al equipo de música para poder poner el pendrive y tomo el mando para manejarlo a distancia.

—Bueno...—Digo y miro que ella esta con el chico que hablaba recien. Respiro hondo y me coloco frente al espejo.

Una chica se coloca a mi lado.

Hice toda esta clase para estar con ella y a mi lado tengo una cualquiera.

—Presten atención, empezaremos por el paso básico, mano al hombro—Tomo la mano de la chica y la colocó sobre el mio—mano a la espalda—colocó la mia—Estas se agarran para poder guiar— Junto nuestras manos— Y un dos tres...

Comenzamos a movernos  haciendo el paso básico para mostrar lo que deben hacer, debo decir que no es la mejor bailarina, dos veces tropezó con sus pies.

Inútil.

—Bueno ahora ustedes.

Toco el boton del mando y una bachata rápida comienza a sonar.

Alejo a mi compañera indicando que siga sola frente al espejo, su cara de decepción no causa nada en mi, ni siquiera quería estar con ella. Voy recorriendo las diversas parejas con la excusa de hacerles correcciones, hasta que llego a ellos.

Me quedo sin respirar al verla, sus calzas de laycra color grises se ajustan a ella como una segunda piel, su musculosa blanca deja al descubierto la mitad de su vientre, es realmente atractiva y mi cuerpo esta listo para matar a ese hijo de puta.
Su mano en la cintura, están muy juntos, ella ríe y disfruta con él y me dan ganas de agarrarla del brazo y encerrarla en mi casa para que nadie más que yo la vea.

Maldita sea, ni siquiera puedo corregirlos, los dos lo hacen malditamente bien.

Respiró ondo y giro volviendo a posicionarme frente al espejo, paro la música y se detienen para prestarme atención.

—Veo que muchos se estan equivocando en el paso básico y es normal, veníamos practicando individual. Tú— Dije estirando la mano hacia Emiliana—Miren como lo hacemos.

Ella tomo mi mano y pulse el botón, la música, ahora no tan rápida empezo a sonar, ella colocó sus manos donde había indicado y yo deje que mis manos recorrieran el largo de su espalda hasta llegar a su lugar.
Sentí como un escalofrío recorrió su cuerpo y no pude evitar sonreir, ella sentía lo mismo que yo.
Comenzamos a bailar y ella sí sabía moverse, nuestro baile fluía, la hice girar y cuando volvió coloqué sus manos alrededor de mi cuello y las mias a cada costado de su cadera.

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora