Capítulo 8

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Alan

Los ojos de Emi se encontraron con los mios y, como había sucedido las veces anteriores, ella quedo atrapada en mi mirada mientras yo me perdía intentado descifrar lo que sus ojos transmitían.

—Alan—Vi, más que escuchar, que decían sus labios.

Sonreí mientras tomaba su mano alejándola del imbécil que tenía a su lado.
Era la primera vez que la tocaba y me encanto aquel cosquilleo tan desconocido que sentí.
Su mano era suave y cálida, y le di pequeñas caricias con el pulgar mientras la traía a mi lado.

—Si nos disculpas, estamos ocupados—le dije y tomando a Emi nos alejamos se él.

Había llegado hace poco más de media hora, me había deleitado mirando como bailaba, sus movimientos eran precisos pero suaves y sensuales. Ella sabía que los hacia bien y lo mostraba.
Me había debatido, internamente, si interrumpirla o no, pero aquella decisión fue tomada cuando la vi tan incómoda junto aquel idiota que se había atrevido a interrumpir aquel baile y a tocarla.

La llevé un poco más al centro de la pista de baile, perdiéndonos en la multitud, alejandome de mis amigos, alejandola de sus suyos, para estar solos, para poder disfrutar el momento junto a ella. Coloque sus manos sus manos en mis hombros y la tome de la cintura, ella solo me miraba con curiosidad, atenta a todo lo que hacía.

—Hola Emi—le dije mientras me inclinaba besaba su mejilla.

Su risa llego a mis oídos y pronto me encontré encantado por aquel sonido.

—Hola Alan—respondió con una sonrisa—Has venido.

—¿Te alegra verme?—pregunte mientras comenzaba a moverme al ritmo de la música, Emi no tardo en seguirme.

—Por supuesto.

Me alejé un poco y la hice girar.

—Estas hermosa—le dije mientras la acercaba otra vez a mi.

—Tu no estas nada mal —dijo mientras me recorría con la mirada.

Aquello me hizo sonreír.

—¿Y que opinas del lugar?

Ella rió mientras se movía al ritmo de la música—¿De verdad es lo mejor que tienes para preguntarme?

Negué con la cabeza—Ahora no quiero hablar, solo quiero disfrutar.

Al ritmo de la música bailamos, reímos, disfrutábamos, ninguno hablaba, en verdad no hacía falta.

Un tema de los ochenta comenzó a sonar y Emi lejos de parar siguió bailando, moviendo sus manos, girando a mi alrededor.
Yo me quede parado, mientras la miraba.

—Tu no eres normal—dije mientras la miraba.

—¿Y que es normal Alan?—gritó por encima de la musica.

Una chica giro a su lado y rió al mirarla bailar, pronto se le unió, bailando con la misma energía.
Cuando finalizó la canción ambas se saludaron y Emi camino hacía mi.

—Te pregunte que era normal.

—Filosofía a las...—miré el reloj—cuatro de la mañana, creo que prefiero una cerveza ¿Y tú?

Emi reflexionó por un momento y luego vi la diversión en sus ojos.

—También prefiero la cerveza.

Rápidamente las obtuvimos y pronto seguimos bailando.

Un tema bastante movido y actual comenzó a sonar, acerque más a Emi tanto que nuestros cuerpos estaban totalmente pegados, ella subió una ceja y yo le dedique mi gran sonrisa.

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora