Capítulo 33

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Alan

El silencio reinaba entre nosotros, pero no era una tranquilo, era uno lleno de palabras no dichas, de recriminaciones sin sentidos, de arrepentimiento, de sentimientos contradictorios.
Tylor se había dedicado a mirarme las dos primeras horas fijamente mientras yo mantenía la vista en la ventanilla, mirando el paisaje bajo nosotros, y casi podía escuchar sus pensamientos.
Cuando se dio cuenta que no hablaría negó con la cabeza y tomo un gran libro, ignorandome.

En realidad, ni yo entendía por que había abordado aquel avión.

Pera la mitad del trayecto ambos comenzamos a sentir la emoción de viajar, las expectativas, la emoción de vivir aventuras nuevas.

Estaba con mi mejor amigo, mi hermano y en una nueva aventura nos esperaba.

Para él final del trayecto ambos nos encontrábamos hablando de los lugares que visitaríamos y los regalos que tendríamos que traer.

Al bajar quedamos impresionados, otra vez, con el aeropuerto. Esta vez nos dedicamos a admirar y recorrer más aquel lugar.
La primera vez estábamos tan emocionamos que habíamos salido corriendo, ansiosos de querer conocer todo ni siquiera habiamos visto lo que había a nuestro alrededor.

—¡Estamos en Alemania!—Gritó Tylor con emoción —¡Deja el maldito bolso y ven a sacarte una foto conmigo!

Me acerque a él, y mire a la cámara de su móvil, el flash molesto mis ojos pero pude mantener la sonrisa.

—Hay más gente—dijo Tylor mirando alrededor y guardando el móvil.

—Es el festival más importante, gente de todo el mundo viene.

—Cierto cerebrito.

—Debemos buscar el auto.

—Ve tú, ahora te alcanzó, quiero ir al baño—estaba alejándome de él cuando escuche que me llaman otra vez—¿Por que no solo llevas tu identificación y me dejas el resto? Ya sabes...

—Genial, te vendré a buscar cuando consiga el auto y un lugar para estacionar—dije mientras le daba mi mochila y dejaba el bolso.

Encontrar la agencia de autos no fue difícil, así como tampoco un lugar para estacionar.

Sin perder tiempo busque a Tylor quien tenía una gran sonrisa en el rostro.

—¿Todo bien?—pregunte confundido

—Todo perfecto. Vamos.

La primera semana nos dedicamos a recorrer parte de Munich.

Visitamos Marienplatz, el corazón de la ciudad, el museo BMW Tylor era un fanático de los autos. La plaza Odeonsplatz, la Puerta de Karlstor, la Iglesia de San Pedro y la cervecería Hofbrauhaus donde esperamos tres horas para entrar a tomar una gran jarra de cerveza.

—Deja y el móvil—le pedí a Tylor mientras tomaba mi jarra.

—¿Ves esto? Es una de las cervecerías mas emblemáticas del mundo. Una foto no es suficiente. Toma—dijo tendiéndome el móvil—sacame una foto—Negué con la cabeza mientras lo hacia—Excelente, esto irá a mi instagram. Oye por cierto tu no has puesto ninguna foto.

—No se si es correcto.

—¿Por que no lo sería? Alan, Emi quiso que vinieras y disfrutarás. Muestrale que lo haces.

Era verdad, ella no había permitido que me quedara a su lado.
Tome mi smartphone mientras examinaba las diferentes fotos de mi galería, una de ellas llamo mi atención.

Eramos nosotros en el lago, ella sonreía mientras me miraba y yo miraba la cámara.

No dude ni un segundo y la publiqué.

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