EmilianaEl sabado había pasado lentamente frente a mis ojos.
Estar sola me había ayudado a reflexionar sobre lo ocurrido, algo que nunca lo había hecho.
Siempre esquivaba mis recuerdos, mis pensamientos, mis emociones lo cuál era lógico, después de todo ¿Quien querría pensar sobre el momento más traumatico de su vida?
Sin embargo necesitaba hacerlo, tenía heridas que curar y hechos que aceptar.Lloré.
Nunca había llorado tanto en un día, ni siquiera el día que había despertado en aquel hospital.
Cada hecho, de aquella relación, se presento ante y conforme pasaban los minutos entendí la gravedad de cada uno.
Me dolió no reconocer mi actuar ante aquellas situaciones ¿Donde había quedado la mujer fuerte que creí que era? En esos momentos se había esfumado convirtiéndome en una mujer débil e inservible.Intenté no enojarme conmigo, después de todo yo sólo había seguido a una persona que me tenía engañada, que me había manipulado a su antojo.
Alguien que decía amarme, alguien que quería cuidarme.
Reí son gracia al recordar cada palabra que él me había dicho.¿Cuantas cosas podían hacerse en nombre del amor?¿Cuanto estaba dispuesto a aceptar una persona en nombre del amor?
No había respuesta para ello, yo misma había comprobado las justificaciones absurdas que alguien podía crear para seguir al lado de la persona que amaba.
Lo sabía, yo lo había hecho.
Había justificado cada hecho con tal de estar con él. Me creía sus palabras, sus lágrimas, su mirada arrepentida.
Tarde me había dado cuenta que había sido un engaño.
Esa tarde abracé mi pasado y me amigue conmigo misma otra vez, me perdoné por lo poco que me había querido y jure que no pasaría otra vez.
Nadie me lastimaría otra vez.
Luego de despertarme en el sillón comí algo. Me obligue a no pensar en nada y para ello tomé el libro mas cercano. Pronto comence a leer.
"Cuando el resto cree que es el final de la oruga ella sale extendiendo sus hermosas alas, mostrando al mundo sus nuevos colores, emprendiendo un nuevo vuelo. Aceptando su pasado, siendo constructora de su futuro, amando su presente. Siendo feliz por el simple hecho de estar viva."
Sonreí mientras leía la cita, ahora entendía por que mi tía me lo había regalado.
Había estado tan prendida con aquella historia que no me había dado cuenta que oscureció hasta que mi móvil comenzó a sonar.
—¿Estas bien? No has contestado mis mensajes.
—Lo siento estaba leyendo.
—¿Estas enferma? Siento diferente tu voz.
—Estoy bien Val.
—Oyer saldremos con Sasha ¿Vienes?
—No estoy de humor—respondí sincera—salgan ustedes.
—Podemos ir y quedarnos contigo.
Dentro de mi quería gritar que sí, pero necesitaba estar sola. Además me encontrarían en un estado pos llanto que debería explicar y no quería hacer aquello.
—En verdad Val estoy bien, salgan, mañana me contarás como te les fue.
—¿Segura?—Preguntó dudosa.
—Claro.
Luego de hablar un poco más finalizamos la llamada.
Pronto me dirigí a mi dormitorio y sin recordar bien cuando me quede dormida.
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Eres Mia
Romance*NO SE ACEPTAN ADAPTACIONES DE NINGÚN TIPO* Emiliana, una chica como cualquier otra, solo su triste pasado la diferenciaba de otras. Alan, un joven como cualquier otro. Su atractivo y encanto eran una combinación perfecta. Ambos comenzaban la univer...