Capítulo 43

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Emiliana

Los días pasaron de Nicolás no supimos nada, parecía que la tierra se lo había tragado. La policía no tenia datos actuales sobre él, no lo habían encontrado.

—Deja de pensar—me había dicho mi padre mientras cenábamos en un pequeño restaurante—si el se acerca a ti la policía lo detendrá.

—Lo se, pero no puedo dejar de preocuparme. Además ¿sabes como están todos? ¡No me dejan sola un segundo! Me pelee con Tylor por que me quería acompañar al baño el sábado en Azúcar.

Mi padre rió mientras tomaba de la copa de su vino, yo solo lo mire mientras comía los tallarines.

—Tienes buenos amigos, no te enojes con ellos por que quieren cuidarte.

—Yo solo necesito volver a tener mi vida.

—Lo harás hija—tomo mi mano y me dio un suave apretón—muy pronto ya verás.

(...)

El vestido rojo reposaba sobre mi cama, toque aquella tela delicada, era preciosa, me había llevado dias encontrarlo.

Quizás estaba exagerando con todo pero ¡Era la primer navidad que estaria con mi padre y mi tía!
A mi madre nunca le había agradado Sofia, decía que era muy "suelta" para ser mujer.

Que idiotez.

Además estaría Alan, sus padres, su primo y sus niñas, al fin sentía que tenía una gran familia para pasar momentos especiales ¿Como no estar entusiasmada ante eso?

Mire mi cabello y sonreí mientras me lo peinaba de lado, lo había cortado. El largo que antes llegaba hasta mi cintura ya no existía.
Ahora era un cabello brillante, fuerte, con un largo hasta mis hombros en un bello corte asimétrico.

Coloqué musica mientras me comenzaba a desvestir.

"Chau" de No te va a gustar comenzó a sonar y no dude en cantarla a todo pulmón.

Me deleite cuando termine de vestirme, el vestido rojo tenia un hermoso escote con la tela cruzada que seguía el patrón en la espalda y era largo tenia una debilidad por los vestidos largos, amaba como me veía.

Estaba feliz, realmente feliz y entusiasmada, aquello se refleja en mi rostro.

Mire la hora y sonreí Alan llegaría en cualquier momento. Tome los regalos, eran muchos, llevaba uno para cada uno de ellos.
Deseaba ver el rostro de mi padre al tener las entradas para aquel festival de musica, semanas lo había escuchado quejarse por que las se habían agotado.

El timbre sonó.

—¡Ya voy amor!

Tome las bolsas y las coloque sobre el sillón.

Corrí a la habitación y tome mi móvil.

—Hola am...

La respiración se corto al ver quien estaba delante de mi

—Emiliana, estas preciosa. Ese corte te favorece amor mio.

Mi cuerpo temblo, el sin duda había notado aquello.

—¿Que haces aquí?

—He venido por ti.

No, aquello no podía ser real, tenia que ser un maldito sueño.

—Vete Nicolás, antes que venga la policía.

Intente cerrar la puerta, pero el era más fuerte que yo y la abrió sin si quiera hacer fuerza.

—Creó que el viento empujo la puerta ¿Te preocupas por mi Emiliana? Eso es tan noble de tu parte.

Coloqué mis manos en mi espalda, supe que mi móvil se desbloqueo cuando vibro, a ciegas intente marcar el numero de Alan.

Eres MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora