29: Mi primer viaje en moto

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Ésta se quedó observándome con un odio indescriptible, ¿Qué le había hecho? Me miró de arriba a abajo, definitivamente no entendía nada.

Cuando terminó de examinarme, se decidió a hablarme.

-Aurora, ¿Verdad? -Dijo fríamente-

-Sí... ¿Quién eres? -Dije insegura-

De repente su semblante cambió y comenzó a reírse.

-Pero si eres una cría... Qué bajo ha caído.

-¡O-oye! ¿A qué viene eso? ¿De qué me conoces? -Dije bastante ofendida-

-Ya he visto suficiente... -se va, aún riéndose, diría que cada vez más-

En ese momento sentí una mezcla entre humillación, confusión y enfado.

No pude evitar tener en mente ese momento lo que quedó de día. Por lo poco que la vi, pude apreciar de que tenía la tez pálida y era muy bella, aunque su mirada expresaba extremo odio y rencor. También pude ver que es bastante madura, fría y tranquila.

Pasaban los días y dejé de sentir que me vigilaban, pero no podía evitar sentirme insegura, una inseguridad que aumentaba por días... Estaba segura de que, tarde o temprano, volvería. Y, Javier, con lo observador que es, lo notó.

-Au... ¿Qué te ocurre? Te noto más pálida y ojerosa de lo normal, además de que tu actitud es diferente. Puedes confiar en mí.

Es obvio que me ha demostrado con creces que puedo confiar en él, pero... Algo dentro de mí me decía que aún no, que posiblemente se lo tomaría a broma, no me creería.

-Es que... Apenas duermo últimamente, padezco de insomnio.

-Ais... Cierto es que dormir poco afecta al estado de ánimo y a la salud, deberías ir al médico. Pero, normalmente el insomnio ocurre por algún motivo, que no soy tonto, cuenta.

Ay Javier, te preocupas demasiado por mí.

-No me preocupo demasiado, sino lo justo, pero claro, luego no me preocuparé y también te quejarás, ¡Qué complicadas sois las mujeres!

*río*

-Anda... Cuéntame, ¿Qué tal te va a ti estos días?

-Cambiando de tema eh, muy astuta sí sí. Y bueno, supongo que bien, Alex, después de tantos días desaparecido, ha vuelto...

*No pude contener mi emoción*

-¿¡Sí!? ¡Al fin, me tenía preocupada! Y... ¿Dónde suele ir cuando se ausenta? ¿Y por qué?

-Uh, tú preocupándote por Alex, ¿He oído bien?. Y bueno, ya sabes que tiene una vida bastante complicada... Puede parecer un chulito creído y demás, pero en el fondo es un chico noble y sencillo, con su corazoncito, solo que ha creado esta personalidad tan odiada por ti y amada por la mayoría de las chicas *ríe* con el propósito de tapar ese dolor. Aveces, cuando no puede más, se va al bosque a olvidarse un poco de todo, siempre le ha encantado encontrarse con la naturaleza, estar en contacto con ésta, le calma. No es la primera vez que lo hace.

-Entiendo... Y le comprendo, a mí igual me gusta refugiarme en la naturaleza cuando estoy triste, pero no es lo mismo unas horas, que días, como él...

-Nosotros, los sangre de lobo, podemos vivir perfectamente en la naturaleza el tiempo que queramos, tenemos instinto de supervivencia y nos conocemos los bosques como la palma de nuestra mano.

-Ah, entiendo... Y a la vez os envidio, ¡Ojalá y pudiera! Yo no duraría ni medio día en el bosque. En fin... Quizá deba ir a visitarlo, hace tiempo que no lo veo.

-Sí, él te lo agradecerá *Sonríe*

Al día después, por la tarde, me inventé una excusa para no ir a la piscina ese día y me encaminé a la casa de Alex, si soy sincera, me costó encontrarla, tuve que llamar a Javier para que me indicara.

*Llamo a la puerta*

Me abre una chica joven, de unos 18 años, con el pelo y ojos oscuros, muy parecida a Alex, era linda, pero estaba demasiado delgada y en su mirada notaba tristeza, estaba destrozada. Si no recuerdo bien, Javier me dijo que estuvo sumergida en el alcohol, las drogas e intentó suididarse varias veces, ahora se supone que se está recuperando, pero no lo parece...

-Tú debes de ser la nueva novia de mi hermano, ¿Verdad?, nunca se cansa...

-Esto... no, soy una amiga, ¿Está ahí? -Dije bastante cortada-

Me miró extrañada.

-Sí, pasa, está en su habitación, sube las escaleras y es la del fondo a la derecha.

Su casa era bastante amplia, pero no había mucho ambiente familiar, por lo poco que pude ver, ahí cada uno está por su lado.

*Abro la puerta*

Oh dios, estaba en ropa interior, escuchando música sobre su cama, debí llamar primero.

-L-lo siento... -Éste me miró extrañado-

*Cierro la puerta rápido, colorada* nunca había visto a un chico en ropa interior, sin contar mi hermano pequeño, claro.

Al cabo de un par de minutos, abrió la puerta, sonriente, miré abajo, se había puesto pantalones, menos mal.

-Qué exagerada eres, a mí no me importa que me veas así, somos amigos, ¿No?

-¡Pero a mí sí me importa!

-Por cierto, estás colorada *sonríe más aún*

-¿P-pero qué dices? ¡Más te gustaría! -No supe qué decir, fue lo que primero se me pasó por la cabeza-

-Ahá, ¿Y qué haces tú por aquí? Si te soy sincero, me extrañó tu visita.

-Javier me contó que habías vuelto después de varios días que estuviste ausente, me tenías preocupada.

Éste se extrañó, pero sonrió.

-Uoh, me va a costar acostumbrarme a esto.

-Pues no lo hagas, no siempre será así... Oye, ¿Y tú familia? ¿No se preocuparon por ti?

-Que va, están acostumbrados, aquí cada uno va a lo suyo...

Pude apreciar como su mirada se llenaba de tristeza, tuve ganas de abrazarlo, pero las reprimí.

-¿Nos damos una vuelta en mi moto? -Dijo para romper el hielo-

-¿En moto? Nunca he montado ahí...

-¿Tienes miedo? Oh... Pensé que eras más valiente.

-¡Oye! Que no he dicho que me dé miedo, te vas a tragar tus palabras.

Me fui corriendo hasta su moto y me subí enérgica.

-Pero qué... -Dijo sorprendido- En verdad esta chica aveces tiene arrebatos muy extraños.

-Eeeeooo Alex, ¿A qué esperas? -Le gritaba desde la calle-

Éste se subió delante y comenzó a arrancarla, en verdad sí tenía miedo, me sentiría más segura si le agarrara de la cintura, pero no lo haría ni loca.

Aunque la moto iba demasiado rápido y sin pensarlo lo tuve que hacer.

Sentir el viento fresco rozandome la cara, la velocidad por mis venas, ver todo cada vez más rápido, esa aderenalina que me hacía sonreír cada vez más, era una sensación increíble.

Mi novio es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora