3: Intercambio de cuadernos.

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—Perdón, ahora mismo te ayudo a recoger tu trabajo —dice él amablemente—

—No pasa nada... en serio, fui yo la que no estaba mirando. —digo claramente avergonzada—

Seguidamente se produce un silencio algo incómodo, hasta que salgo de esa especie de trance, miro mi reloj y me alarmo al ver que llego bastante tarde. Sin pensarlo mucho me voy corriendo, sin siquiera despedirme. Me siento instantaneamente mal por tal falta de respeto, pero cuando tengo prisa por algo, me olvido de todo lo demás.

Cuando al fin entrego el trabajo, me dirijo a clase de lengua. Recorro de nuevo todo el instituto, el cual se encuentra sumergido en un profundo silencio, ya que todos se encuentran en sus respectivas clases. Para ir al edificio en el cual se encuentra la clase de lengua, no me queda otra que cruzar el patio entero, lo cual instantáneamente me da cierta verguenza al ver que justamente se encuentra una clase de educación física. Entre todos los alumnos que parecen estar jugando al baloncesto, alcanzo a ver una cara conocida; aquel chico con el que me choqué hace escasos minutos. Éste parece no verme ya que da la sensación de que se encuentra bastante centrado en aquel deporte. Diría que incluso me hipnotiza ver lo realmente bueno que es en el baloncesto, y se ve que no soy la única que se asombra, ya que sus compañeros no paran de alagarle y observarle asombrados. ¿Cómo es posible que no cometa ni un solo fallo? es realmente impresionante.

Una vez llego a la clase, justifico mi retraso por haber ido a entregar el trabajo de ciencias naturales y me incorporo en mi sitio. Preparo rápidamente mis materiales y me dispongo a anotar las explicaciones del profesor, cuando de repente me percato de que la letra de ese cuaderno es diferente a la mía. Rápidamente caigo en que muy posiblemente él y yo nos intercambiaramos sin querer los cuadernos, ya que él tambien llevaba uno del mismo color.

Debido a que por naturaleza soy bastante curiosa, miro por encima sus apuntes, y me asombro al ver lo ordenado que es y la letra tan bonita que tiene, bastante mejor que la mía de hecho. Por el contrario mis apuntes suelen ser un completo desastre. Siempre he envidiado a la gente que escribe tan bien de manera que cuando miras sus apuntes, te dan ganas de estudiarlos al instante.
También me percato de que parece ser un curso superior al mío y, finalmente, localizo su nombre en la portada: Javier.

Una vez llega el recreo, no me queda otra que llevarme su cuaderno conmigo y buscarle para entregarselo. Me da muchísima vergüenza tener que hablarlo de nuevo después del ridículo que hice antes, pero es lo que hay que hacer, no me queda otra.

Lo busco por todas partes y nada, no hay ni rastro de él, por lo que acabo rindiéndome temporalmente y decido reunirme con mis amigas. A ambas las comento lo ocurrido y me aseguran que tampoco le han visto.

Comienzo a impacientarme al ver que ya solo quedan diez minutos, cuando de repente noto como alguien me da dos palmaditas en la espalda. Me giro y afortunadamente es él.

—Javier... —digo con un poco de vergüenza y se lo entrego—

—Aurora... Aurorita, sí, Aurorita suena mejor. Eh... disculpa mi tardanza, sudé muchísimo en clase de educación física y me tuve que dar una ducha fresquita en los baños del gimnasio—dice con una agradable sonrisa mientras me entrega mi cuaderno—.

—¿Aurorita? ¿Me acabas de conocer y ya me llamas así? —pregunto algo sorprendida—

—Me parece un nombre precioso, y en diminutivo suena más adorable aún, aunque obviamente si te molesta, dejo de llamarte así sin problema.

Me sorprendo enormemente al ver lo agradable, educado y enérgico que es este chico. Me transmite una gran confianza y alegría.

—Puedes llamarme así sin problema. —digo con una cálida sonrisa.

—¡Genial! Bueno, me tengo que ir que mis amigos me llaman, ha sido un placer conocerte Aurorita.

Yo solo me limité a sonreirle como respuesta. Realmente este chico ha despertado mi interés y ganas de conocerlo más, ojalá y se dé la oportunidad.

Mi novio es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora