14: Conociendo a Alex.

5K 300 11
                                    

Pasaron los días y cada vez estaba más distanciada de Javier, ¿Por qué demonios me tuvo que presentar a su primo creido y estúpido? Incluso fue mi cumpleaños, cumplí 13 y ni si quiera lo celebré, no estaba de humor. Además nunca me ha gustado cumplir años, significa un año más alejada de lo que para mí sin duda alguna es la mejor época de la vida, la infancia. Sé que suena inmaduro, pero aveces siento que a medida que crecemos, nuestros problemas igual aumentan. Javier me llamaba bastantes veces al día, pero lo ignoraba, no quería hablar con él ni con nadie, cuando estoy de mal humor es mejor dejarme sola.

Mi rutina del verano era sencilla. Normalmente solía quedar pronto con mi mejor amiga y pasabamos la mañana entera juntas, luego llegaba a mi casa para comer y me pasaba varias horas con el ordenador, viendo la televisión, leyendo, escribiendo o simplemente sumergida en mis pensamientos. Cuando llegaba la tarde, me iba con mi familia a nuestra piscina en el campo. La verdad es que me gustaba ir ahí, me iba a pasear sola por los campos soleados, me bañaba en la piscina, jugaba con los animales que tengo allí, con mi hermano... no sé, me sentía libre, después del curso que tuve, agradecí enormemente la llegada del verano. Aunque he de reconocer que echaba mucho de menos a Javier, sus animos, sus tonterías, sus abrazos, sus besos... Lo quería, y es duro estar separada de alguien a quien tanto quieres, pero soy una persona muy orgullosa por naturaleza, y mi orgullo va antes que el cariño que le proceso. Siempre o casi siempre han sido los demás los que se han disculpado primero, y esta vez no será una excepción.

Ya estaba a principios de julio, el verano se me estaba pasando rápido pero lento a la vez... una sensación extraña. Era una tarde tranquila y calurosa del 4 de julio, decidí pasearme por los campos y caminos tranquilos y solitarios, cuando de repente alguien se avalanzó a mí y me tumbó al suelo, apenas me percaté de lo que pasó, fue demasiado rápido. 

—¿Pero qué? —Miré y... era Alex, el primo de Javier. Justo cuando había comenzado a olvidarlo, aparece de nuevo.

—Perdona princesa, no pretendí hacerte daño, pero conociendote, si te hubiera llamado, habrías salido corriendo. —Y esbozó una sonrisa simplemente perfecta y deslumbrante, de esas sonrisas que se te pegan y no puedes evitar sonreír tú también, pero tuve que controlarme.—

—¿Princesa? Disculpa pero yo no soy ninguna "princesita" así que olvidate de llamarme así.

El muy imbécil comenzó a reirse sin parar, y eso me llenó de rabia. 

—¿Pero de qué te ríes? ¿Qué hay de gracioso? —pregunté bastante malhumorada—

—Tú en sí eres graciosa y rara. —ríe—

Aquellas palabras calaron fuerte en mí. Realmente me duele cuando me dicen rara. Lágrimas amenazan con salir de mis ojos y él parece percatarse de ello.

—No me malinterpretes. Eres fantastica, chica, ahora entiendo porque Javier te confió nuestro secreto y te quiere tanto. 

Aquellas palabras me sorprenden, intento descifrar su lo dice en serio o en broma, pero finalmente me confirma que va en serio mirándome con seriedad.

—B-bueno, si has venido será por algo ¿No? Dime lo que me tengas que decir y vete, que estaba más agusto sola. 

—Vaya vaya, qué humos te gastas, encima que te alago... bueno, solo iba a decirte... ¿De qué vas? Javier no para de llamarte, te echa mucho de menos y no hizo nada malo, fui yo el que te tapó la boca y te echó con su deslumbrante belleza, pero él no hizo absolutamente nada. Está realmente colado por ti, ya que no va contando su 'gran secreto' a todo el mundo, secreto el cual le pone a él y a toda su familia en peligro. Él confía en ti, y nunca le había contado esto a nadie.

Sus palabras me dejaron muy pensativa... maldición, ¡Tiene razón! ¿Qué me está pasando? Soy una idiota. Quizás es porque no estoy acostumbrada a que alguien me quiera, de hecho más de una vez llegué a pensar que nunca tendría novio —Avergonzada me tapé la cara con las manos y se me escapó alguna que otra lágrima—

—Vamos...  ¡No te pongas a llorar ahora! eso es de débiles. Toma, dale esto a Javier, es el reloj que lleva deseando desde hace tiempo, quizás si te disculpas demostrandole tu arrepentimiento y le das este reloj, te perdone. 

Me quedé embobada mirándolo, es un reloj de marca, de los buenos que cuestan una pasta. 

—¿Esto lo has comprado tú? Dije aún alucinando. 

—Comenzó a reírse— ¡Que va! Ni de broma me gastaría tanto dinero en mi primo. ¿estamos locos?

—...¿Entonces? —pregunto confusa.

—¿acaso naciste ayer? Obviamente es robado.

—¡¿Quéé?! ¿Y lo dices tan tranquilo?

—Ríe— tendrías que ver la cara que se te ha quedado. En verdad sólo ha sido un robo robo medias, se le cayó a alguien y aproveché su descuido. Ya verás como a la próxima no vuelve a ser tan despistado.

—No pienso aceptarlo. 

—¡Venga ya! Para una vez que intento hacer de Celestino, Cupido o como lo quieras llamar... Al final vas a resultar ser más aburrida de lo que pensaba eh.

—Bueno, bueno... pero que sea la última vez, a mi no me vuelvas a dar nada que haya sido robado.

—En serio eres bien aburrida. Y aún me extraña que prefieras a mi primo antes que a mí, ninguna chica se ha resistido ante mis encantos, pero en fin, misterios de la vida. 

—Sin comentarios... cada vez me sorprendes más, en serio. Al parecer, debes de haber tenido muchas novias. 

—Novias no, eso es de fracasados, pero líos sí, bastantes de hecho. Siempre he enamorado a toda chica que me he propuesto, y algún día lo haré contigo. —Me guiña un ojo—

—Ay por Dios, lo que hay que oír... —digo poniendo los ojos en blanco— mejor me voy ya, que se acerca la hora de la cena. Aunque gracias por el reloj y por todo... puede que seas muy creído y tonto, pero en el fondo no pareces una mala persona.

Me arrepentí al instante de decir eso.

—¡Por su puesto, princesa! 

—¡Te he dicho que no me llames así! 

Luego estuve el resto de la tarde pensativa, recordando lo ocurrido y a la vez planeando la disculpa que le haría a Javier. Alex tenía razón, fui realmente irrespetuosa con él y debía compensarlo.

Mi novio es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora