13: Alex.

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Pasaron los días y nos distanciamos de nuevo, ya que en verano suelo ir todas las tardes a mi piscina, la cual se encuentra en medio de la naturaleza, y mis padres seguían sin saber que tenía novio, por lo que no podía invitarlo. Un día, después de bañarme en la piscina, decidí darme un paseo por los caminos y los campos de flores, que ya estaban comenzando a desaparecer por el calor.

Me encontraba tranquila y relajada, sumergida en mis pensamientos, aprovechando los penetrantes rayos de sol del ocaso, el silencio y la brisa suave y templada. Decidí sentarme a la sombra de un gran árbol y comencé a observar las nubes, de las cuales una me pareció que tenía forma de lobo, supongo que le echaba de menos... El ambiente era tan relajado que acabé durmiéndome.

Entonces algo me despertó, no sabría decir el qué exactamente, hasta que miré a mi derecha y encontré una nota.

Estás hermosa cuando duermes, siento lo que te haré después.

Era una bonita letra, pero a la vez me asusté, esa letra distaba mucho de parecerse a la de Javier, así que debió de ser de otra persona ¿pero quién? Me puse a mirar a mi alrededor, pero no había nadie, y tampoco pude encontrar pisadas ya que en el césped no se aprecian muy bien. Entonces escuché un ruido detrás mía, iba a girarme, pero me taparon la boca, fue muy rápido. Fuera quien fuera, tenía una gran fuerza y agilidad, me puse nerviosa y le mordí la mano como pude, intenté escapar pero me caí, esa persona iba a por mí de nuevo cuando escuché una voz que decía ¡Alex, imbécil, déjala!

¿¡Alex¡? No entendía nada, me di la vuelta y vi a Javier discutiendo con otro chico, supongo que ese sería el tal Alex, yo no supe qué hacer, me quedé mirando como una boba.

Hasta que se percataron de que estaba asustada mirándolos, éstos se acercaron a mí, y Javier, con tono de enfado dijo:

-Este es Alex, mi primo... siento que te haya hecho eso, es idiota, no quería hacerte daño, solo asustarte, pero es así de bruto.

Yo no contesté, me dediqué a observar a Alex, el cual era de buen ver, para qué mentir; ambos primos son atractivos pero muy diferentes a la vez. Mientras Javier es de piel morena, pelo castaño y ojos verdes, Alex tiene la piel muy blanca, es ligeramente más alto y musculoso que Javier y tanto su cabello como sus ojos son negros. Lo que sin duda comparten en común es su penetrante y fulminante mirada. Por la vestimenta también eran muy diferentes; el estilo de Javier es algo hipster, aunque a la vez sencillo y con prendas muy coloridas. Mientras que la de Alex se basa en prendas sencillas de blanco y negro, sobre todo negro.

—Tu novia es un poco salvaje, ¿estás seguro de que no es una de nuestra especie? Casi me provoca una buena herida. -Dijo Alex en tono bromista-

—Habló el que apareció de la nada y me tapó la boca como un secuestrador. —Dije bastante molesta a punto de lanzarme a golpearlo, pero Javier me retuvo a tiempo—

—Lo siento Aurorita... solo quería sorprenderte y presentarte a mi primo, pero él se adelantó y bueno, te hizo eso.

—Pero yo no te pedí que me presentaras a este idiota, mejor me voy.

Reconozco que ahí me excedí, pero de verdad, la gente así no la soporto.

—Aurora ¡No te vayas!

—Déjala, no se puede resistir a mis encantos, por eso se va. —dijo Alex con una sonrisa presumida—

—¡Ufff!

Me fui realmente malhumorada, aunque muy en el fondo, reconozco que parte de su actitud me hacía gracia. Aún así, era demasiado orgullosa como para mostrarlo.

Mi novio es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora