Mi novio es un hombre lobo

34: Todo comienza a tener sentido

Pasaron los días y no paraba de pensar en la conversación que tuve con Edu, comencé a enlazar sucesos, personas... ¿Y si la chica pelirroja que me perseguía estas semanas era Jane? Todo comenzaba a cobrar sentido.
Las clases se iniciaron de nuevo, no habían ganas y no conocía a casi nadie ese curso, me sentía muy sola, extrañaba a Javier... ¿Por qué tenía que ser un curso mayor que yo?
Las primeras semanas de ese curso fueron un caos, 3° de eso se me hacía demasiado complicado, estaba algo deprimida y me sentía muy sola. Trataba de quedar con Javier, pero no podía, al estar en un curso superior, estaba más ocupado, además aún no estaba recuperado del todo. Entonces pensé en... Alex, recordé que quería aclarar las cosas con él desde hace tiempo, ya que estaba bastante ausente y extraño conmigo... Le llamé pero no cogía el teléfono, fui hasta su casa y me dijo su hermana que llevaba días fuera, sólo podía estar en el bosque... Tras una hora de larga caminata, conseguí llegar al bosque más cercano, el problema es que se estaba haciendo de noche, tenía que volver, pero me había perdido por completo... Nerviosa traté de llamar a mis padres, pero no había cobertura, gritaba y traté de volver por donde había llegado, pero nada... Y Alex tampoco aparecía, ¿Por qué había llegado hasta tal punto sólo por él?
Ya era completamente de noche, el bosque era demasiado grande, no encontraba el camino inicial, estaba agotada... Comencé a marearme; tantas horas sin comer ni beber y sin descansar apenas, habían pagado factura. De repente a lo lejos vi una figura acercarse, la veía borrosa, cada vez me mareaba más. Era ella... Aquella chica pelirroja.

-¿Jane? ¿Eres tú? -pregunté con voz temblorosa-

Ésta se sorprendió y se paró en seco. Ahí fue cuando tuve un mareo enorme y caí al suelo.
Cuando desperté, tenía en frente mía una cara familiar... Alex.

-Alex... ¿Eres tú?

-Sí... ¿Qué haces aquí? Toma -dice mientras me ofrece un poco de agua-

-Fui a buscarte, teníamos una conversación pendiente, ¿recuerdas?

-La verdad es que no -ríe-

-Miraaaa miraaa, me vas a contar ahora mismo qué te pasa conmigo.

-Que nada, pesada. -dice en tono bromista mientras pone los ojos en blanco-.

-Que sí te pasa algo, dime.

-Son casi las 12 de la noche, será mejor que vayas a casa.

-No evadas mis preguntas, idiota.

-Oyee, no te pases.

Comenzó a llover repentinamente.

-Genial... Lo que faltaba. -digo con claro disgusto-

-Eso te pasa por tonta, ¿Tanto te importo para que vengas aquí a buscarme?

-Sí, me importas, eres un buen amigo, aunque un poco retrasado, pero se te perdona.

-Conque buen amigo eh... -dice seriamente, más para sí mismo que para mí-.

-Sí, ¿Qué ocurre? -pregunto algo extrañada-.

-Nada, que tienes razón, soy retrasado, olvidalo.

-Está bien... -dije con poca convicción-.

Entonces recordé lo ocurrido antes de despertar, éste se percató en que mi semblante cambió por completo. Yo no pude evitar susurrar ¿Qué tiene contra mí...? ¿Por qué yo?
Éste extrañado me preguntó qué me ocurría. Me quedé pensativa unos segundos hasta que decidí contárselo si él me contaba luego qué le ocurría, éste accedió.
Exceptuando algunas cosas por razones evidentes -como que me besó Edu- le conté casi todo. Éste dijo que algo sabía ya, que desde que Edu se mudó aquí, él veía a esa chica espiándole de vez en cuando.

-Pero no te asustes Aurora, es sólo una acosadora, nada más -dice con tono despreocupado-

-Ojalá y nada me preocupara como a ti, pero se ve que no has tenido nunca los encuentros que he tenido yo con ella. -aseguro cruzada de brazos-

-¿Cómo se llamaba?

-Jane...

- ¿Alguien ha dicho mi nombre?
-Dijo de repente una voz femenina detrás nuestra-.