40: Al fin

1.2K 76 4
                                    

Como ya sabéis, Javier y yo decidimos durante todo este tiempo, ocultar a todos nuestra relación. No habían motivos concretos, simplemente decidimos ocultarlo.
Pero desde aquel día, ambos tomamos la decisión de decírselo a todo el mundo.
Primero comenzamos con nuestros amigos los cuales se sorpendieron enormemente, nadie se lo esperaba, pero todos lo aceptaron. Luego seguimos por nuestros familiares, lo cual me daba más miedo... Una de las hermanas de Javier ya lo sabía, pero el resto de la familia no. Nos tuvimos que reunir todos, yo estaba muerta de vergüenza, el padre de Javier se enfadó bastante con él cuando les confesó que yo lo sabía todo, pero Valeria, su hermana, estuvo intermediando y le convenció de que yo era de confianza y podían estar seguros que yo obviamente he guardado el secreto todo este tiempo y lo seguiré haciendo, lo cual yo confirmé. Al final acabó todo bien, sólo faltaba mi familia...
Les pedí a mis padres que se sentaran conmigo un momento, ellos muchas veces me dijeron que hasta que no tuviera al menos 16 años, no me dejarían tener novio.

-Padres... Os tengo que presentar a alguien. -Dije entrecortada-

-¿A quién hija? -Dijo mi madre algo intrigada, aunque en el fondo creo que ya se lo imaginaba..-

Me levanté y fui hasta abajo, le dije a Javier que ya podía subir. Juntos de la mano entramos en el salón y con más vergüenza aún dije:

-A mi novio...

-Hey!! -Dijo Javier como si les conociera de toda la vida-

En ese momento me tuve que aguantar un poco la risa, he de reconocerlo.

Fue un momento incómodo, ellos se quedaron serios, sin saber qué decir hasta que no pude más y me decidí a romper el hielo.

-S-sé que me dijisteis que a esta edad no podía tener novio, p-pero dentro de unos días cumpliré 15 años y... Por un año no pasa nada, ¿No? Javier es simpático y saca buenas notas, si es lo que os interesa saber.

Tras aquel discurso mío, mis padres comenzaron a reír y Javier y yo avergonzados sin saber cómo reaccionar.

-Yo no me opongo -dijo mi padre tras un rato riendose-

-Ni yo hija, además, conocemos muy bien a sus padres y sabemos que él y su familia son de fiar. -Dijo mi madre aún riéndose un poco- pero queríamos haceros sufrir un poco.

Entonces miré desafiante a mis padres mientras decía las gracias.

Desde ese momento, nos sentimos completamente libres, al fin podíamos quedar cuando quisiéramos sin estar pendientes de que nos vieran o no, era genial.

Llegó el día de entrega de notas y a su vez, el de mi cumpleaños.
He de reconocer que siempre el último día de cada curso, me resulta muy emotivo, siempre me pongo sensible porque en el fondo sé que echaré de menos el curso y a mis compañeros. Las notas... Bueno, mejoré bastante gracias a mis esfuerzos el último trimestre, aún así me quedaron tres para septiembre y me esperaba un verano entero estudiando, lo cual no me agradaba lo que se dice mucho. Aún así era mi cumpleaños y lo iba a pasar con Javier y mis amigos, la gente a la que más aprecio. Exacto, iba.

Se suponía que a las 8 iba a recogerme a mi casa Javier e íbamos a estar una hora juntos, y una hora después, ambos nos uniríamos a mis amigos a las 9 y cenaríamos juntos pizza.

He de reconocer que volvía a notar a Alex raro conmigo, como esquivo, además, ni si quiera me había felicitado..

Justo cuando estaba preparándome, comencé a escuchar ruidos en mi terraza. No me preguntéis por qué, pero pensaba que era Alex, estaba casi segura de ello, pero ahí no había nadie.

Entonces cuando iba a volver a mi habitación, noté un leve pinchazo en la espalda y desde ahí no recuerdo nada más, hasta que más tarde desperté en otro lugar completamente diferente.

Mi novio es un hombre loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora