Hidan avanzaba lentamente, creyendo que cada paso que daba sobre aquellos peldaños blancos era igual a caminar durante una jornada entera. Una luz cálida y envolvente lo rodeaba, bañándolo en una serenidad contrastante con el tormento que había dejado atrás. Nubes de tonos naranjas y rosas se arremolinaban a su alrededor, como si el cielo mismo estuviera abrazándolo, colaborando con la creación de aquel ascenso. No sabía dónde se encontraba ni a dónde se dirigía, pero una fuerza imperiosa y sutil le instaba a continuar, a seguir subiendo y avanzando, como si estuviera respondiendo a un llamado etéreo. Al alcanzar la cima, una figura inmaculada le esperaba. Su presencia era una maraña de luz tan intensa que difuminaba su forma, imposibilitando que Hidan distinguiera algo más allá de un resplandor cegador.
– Tu tarea aún no ha terminado. – dijo la figura con una voz que parecía resonar como una melodía de campanas, haciendo que Hidan se detuviera abruptamente.
El joven levantó una mano para protegerse de la intensidad de la luz, pero no pudo discernir la identidad de quien le hablaba.
– Debes regresar y completar tu tarea. – insistió la voz con una calma etérea. – Estas tierras no son el lugar al que perteneces. La voz se tornó incluso más suave, casi tentadora, mientras añadía: – Te haré un regalo, Portador de Luz. Uno que no querrás rechazar.
Entonces, un leve soplo de viento, tan etéreo como lo había sido aquel susurro, se desvió hacia Hidan, empujándolo suavemente hacia atrás. Las escaleras que pisaba, antes sólidas y firmes, comenzaron a desvanecerse en un torbellino de nubes y bruma blanca, desmaterializándose en un remolino de colores y luz. La presencia de la figura ante él se desintegró lentamente, extendiendo lo que parecían ser alas de luz que brillaban como el sol en la vastedad del firmamento encendido. Hidan se vio arrastrado así por una fuerza invisible, alejándose de la cima y de la figura que ahora se perdía en el horizonte, desvaneciéndose ante sus ojos como un haz fugaz. El mundo que lo rodeaba se transformó entonces en un abismo de luces etéreas y nubes blancas que se fundían en un caos de destellos y resplandores, precipitándose en una caída suave pero interminable, como si estuviera deslizándose a través de un espacio sin fin, rodeado por un vacío infinito, hasta que ese mundo se desvaneció por completo, e Hidan dejó de sentir el peso de su cuerpo y el frío del aire. En ese instante, todo se sumió en un silencio absoluto y en una calma total donde no había más que paz.
• • •
Sobre la cumbre de la Montaña Prohibida, las súplicas de Saya y el sufrimiento de Graown no encontraban réplica en el cuerpo inerte de Hidan. La mestiza mantenía aferrada aquella mano que se enfriaba con cada instante que pasaba, mientras su mirada se hundía en la herida que atravesaba el vientre del chico. ¿Cómo había podido luchar tantas veces en semejante estado? Ni siquiera la fuerza más implacable de la voluntad podría haberle permitido tal hazaña, y sin embargo, allí estaba... ¿Pero a qué precio? ¿De qué valía haber vencido al Rey de los demonios si él se iba junto con él? Un pesar profundo la invadió, una sensación de impotencia que se arraigó en su pecho. Si tan solo hubiera estado a su lado, si hubiera tenido más fuerza, si desde un principio no se hubieran separado, quizás nada de esto habría sucedido.
Las lágrimas corrieron silenciosas por el rostro de Saya, impregnando sus manos temblorosas mientras seguía aferrada a la de Hidan, como si soltarla significara perderlo para siempre.
– ¿Por qué...? – susurró entre sollozos. – No puedes irte ahora...
Graown, con el corazón oprimido, la observaba en silencio. El grifo, siempre tan fuerte, no pudo evitar que una lágrima cristalina se formara en sus ojos ambarinos, pues su pupilo, su aprendiz, yacía allí, después de haber combatido la mayor de las batallas, no se levantaba. Las palabras de Saya le desgarraban el alma, y por primera vez en mucho tiempo, sintió el insondable peso de la pena. La tristeza de haber perdido de nuevo a un compañero de armas.
ESTÁS LEYENDO
El Cazador de demonios (libro I) La Montaña Prohibida
Fantasy*GANADOR DEL PRIMER PUESTO EN LOS DreamersAwards2016 y en los PremiosGemasPerdidas2016 en la categoría ACCIÓN/AVENTURA [De un inicio cliché puede nacer una historia y un mundo completamente diferentes. Irrepetibles. Nuevos.] • • • • • • Durante...