Being There For You | Capitán América

2. «Trabajo»

Al finalizar una breve charla entre el Sr. Fury —en la cual ha dicho que espera que yo sea de gran ayuda para su equipo y que me sienta cómoda al movilizarme por las instalaciones—, María ya tiene un uniforme listo para mí, con mi talla exacta. Este día sólo me he puesto la chaqueta azul marino con el logo de S.H.I.E.L.D. blanco en los hombros. Ha dicho que acerté esta mañana con el atuendo, pero que no me será necesario a partir de mañana.

—¿Acaso no te sientes tan emocionada como yo? —pregunta, pero ella ya conoce la respuesta: no; me ganaba por mucho.

—Buen día, agente Hill. —Una voz nos toma por sorpresa a ambas, haciendo que nos diéramos la vuelta para encarar a un hombre que usa un mismo traje azul marino que mi hermana y nos observa con una sonrisa.

—Agente Williams, ¿qué tal su mañana? —responde la mujer a mi lado con cordialidad, pero la conozco lo suficiente como para saber que no finge su sonrisa.

—Hasta ahora, todo bien. —Posa sus ojos sobre mí, examinándome. Posiblemente se pregunta si me ha visto antes e intenta traer algún vago recuerdo sobre mí.

—Ella es Madeline Hill —informa, ya que ha percibido su mirada—, la nueva asistente en el área de laboratorio. —Sonrío con timidez mientras estrecho mi mano con la suya.

—Bienvenida entonces. Soy Joseph. —Retira su mano después de un rato—. Debo continuar, un gusto verlas a ambas. —Con un asentimiento por parte de los tres, damos por finalizada la conversación.

María aclara su garganta y continuamos avanzando por el lugar hasta que quedamos frente a dos puertas metálicas -menos gruesas que las del elevador, aunque más anchas que aquellas-. Una vez dentro, contemplo un lugar sacado de película. Tubos de ensayo por todas partes, microscopios, aunque también están muchos más artefactos cuya función yo desconozco. Nos acercamos a un hombre de cabello negro, está de espaldas y con una bata blanca puesta sobre su cuerpo.

—¿Interrumpo algo, doctor Banner? —Él se gira y queda frente a nosotras. Ahí lo reconozco.

Bruce Banner es un científico de talento inigualable, que tiene más conocimientos acerca de los rayos Gamma que cualquier otro; no obstante se le debe su fama por transformarse en una criatura de gran tamaño y color verde. Debido a mi mirada, María sabe que una presentación no es necesaria, al menos no de su parte.

—Para nada, agente Hill —comenta con una sonrisa profesional, luego me mira.

—Qué bueno. —Mi hermana me da un leve empujón, el cual logra que me mueva un par de pasos al frente. Por desgracia, soy consciente de qué me quiere decir con tal acción.

—Eh... Buen día, soy Madeline, nueva asistente en el área de laboratorio —repito sus mismas palabras.

—Vaya, esas son buenas noticias —responde con cierto alivio en su voz—. ¿Ya comienzas a trabajar? —Muevo mi cabeza de arriba abajo, a lo que Banner no puede estar más contento.

Giro sólo para ver que mi hermana me ha dejado.

—¿Lista?

En las siguientes dos horas ayudo a Banner con un artefacto del que no me ha querido contar aún. Pero, según él, Fury se lo ha pedido para los agentes, pues algo como eso será imprescindible de ahora en adelante. Bruce me pide que le alcance cosas como una llave de 5 mm, y al ver que no tengo ni la más mínima idea de a qué se refiee, termina por hablarme en el lenguaje llano, diciendo «La más pequeña».

Han transcurrido ya quince minutos en los que no me he tenido que mover para alcanzarle algo o sujetar alguna pieza. El científico me señala una bolsa marrón de papel que contiene mi almuerzo. Agradezco mentalmente a mi hermana, puesto que no traigo nada conmigo, y mucho menos dinero.