PEQUEÑO MARATÓN 2/2
Poco a poco voy abriendo los ojos, los párpados me pesan una tonelada, además de que la tremenda iluminación no es de ayuda, para ser exactos. La sala donde me encuentro no la reconoczo, todo es gris a parte del suelo donde me hallo tendida. Mis extremidades duelen muchísimo, el dolor aumenta si me muevo. Me doy por vencida al intentar ponerme de pie y levanto una mano frente a mí. Los dedos se tocan un cristal que me separa del resto de la habitación. Con los nudillos asesto un golpe sin éxito alguno. Me doy cuenta de que me han encerrdado en un cilindro de cristal.
—¡Sáquenme de aquí! —alzo la voz, con cierto tono desesperado, lleno de confusión.
Oigo pasos acercarse detrás de mí, así que giro la cabeza. Los ojos de Tony me inspeccionan con detenimiento.
—¿Qué está mal contigo?
Frunce el ceño hacia mí, como si ha de sentir una enorme decepción hacia mi persona.
—¿De qué hablas? —cuestiono—. Estoy bien, algo cansada, y quiero saber qué hago atrapada aquí —respondo con honestidad.
—¿No recuerdas? ¿Ni cuando te sedaron? —Entrecierra los ojos, dudoso de mí.
«¿Me habían qué?»Devano los sesos por buscar algo que lo conectse, hasta que los recuerdos me golpean bruscamente como un autobús.
—¡Quiero salir! —digo, esta vez con más fuerza, acompañado de golpes al vidrio.
Stark retrocede con prudencia, sin apartar la vista. Pronto localizo a otras dos personas que, con sólo verlas, entro en pánico y las ganas de salir aumentan.
—Si no me sacan, saldré yo misma. —Doy palmadas al vidrio, con más insistencia y vigor.
Rogers cubre parte de su rostro con hielo, se encuentra sentado en una silla. Se le ve bastante maltratado y sucio. Romanoff, en medio de él y Clint —quien parece absorto en sus pensamiento—, coloca su mano en la venda que le rodea la cintura. Su apariencia es la misma que la de Rogers.
Cojo un vaso, lleno de agua hasta la mitad, y hago que se estrelle contra la barrera que me impide la salida. Todo el mundo se sobresalta y a mi alrededor caen fragmentos de cristal, pero sigo sin tener escapatoria.
—Abran esta cosa... —hablo con más calma—. No voy a herir a nadie. Los espacios reducidos me espantan —admito.
En parte, no miento.
—No puedes, perdón. Has demostrado que estás mal del coco. Sólo Fury te sacará...
—¡Quítate del medio! —Oímos todos un gruñido y un golpe en seco. Las puertas de metal revelan a María, la cual está corriendo hacia un extraño panel ubicado a un par de metros de mí.
—Fury dio órdenes de no... —Levanta la mano para evitar que haga lo siguiente; cuando es interrumpido.
—¡Cierra tu maldita boca, Stark! —ella brama, concentrada en las teclas que oprimen sus dedos. Jamás la he visto tan enojada antes.
Las puertas de vidrio se corren y, por fin, me veo libre. Escapo de allí lo más pronto que puedo y me estrecho entre los brazos de mi hermana mayor. Me permito dar inicio con el llanto y los sollozos. Observo mis lágrimas mojando su cuello, ella frota mi espalda y susurra palabras tranquilizantes que no me hacen efecto.
—Está bien, respira... Iremos a casa ahora mismo —promete, con lentitud apartándome un poco de ella. Se nota comprensión en su rostro, su pulgar está limpiando el mar que produce mis ojos.
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Being There For You | Capitán América
Fanfiction«Nunca digas que amas a alguien si nunca has visto su ira, sus malos hábitos, sus creencias absurdas y sus contradicciones. Todos pueden amar una puesta del sol y la alegría, sólo algunos son capaces de amar el caos y la decadencia.» -Mario Vargas L...