6. «Ellos»

17.9K 1.1K 511
                                    

—¡Rayos! —mascullo y luego me pongo de rodillas para recoger los trozos del cristal. Dios, debo haber quedado como una tonta en ese instante—. Lo siento, traeré otro...

—No será necesario, preciosa —responde una voz conocida. Alzo la vista y veo los ojos de Tony Stark mirándome fijamente—. Banner se cansó de esperarte y me ofrecí a traérselo yo.

—Oh, um... Bueno... —Yo nunca he sido buena para actuar de una manera natural si hay una cierta cantidad de personas con su atención fija en mí.

—Trae aquí. —Banner coge de mis manos los trozos de vidrio y los deja sobre una mesa, antes de que llegara a cortarme.

—Veo que por fin ha llegado, señorita Hill. —Y es ahí cuando me percato de la presencia del señor Fury.

Sus manos las tiene cruzadas detrás de su espalda, como todas las veces que lo he visto. Siempre está con el ceño fruncido, por lo que no puedo decir si todavía sigue molesto conmigo. Al menos no me ha despedido aún.

—Esperen —habla el señor Stark—. ¿Hill? ¿Como...? —Por su expresión noto que hace un esfuerzo para intentar recordar, por lo que yo hablo, decidida a sacar sus dudas.

—¿María Hill? —pregunto y él asiente—. Mi hermana se ha vuelto popular, eh... —Aquella última parte la digo con intención de que sea para mí sola.

—¿Son hermanas? —Tanto Bruce como yo contestamos con un «sí». La boca de él se abre mientras me mira, posiblemente buscando algún parecido con la imagen de María en la cabeza.

—No estamos aquí para conversar acerca de la familia de Madeline —Fury nos reprocha con su tono frío—. Esto es acerca de ella, y sus capacidades no comunes.

«Esto es acerca de ella y su falta de normalidad» también habría funcionado, Nick...

—Veamos qué puedes hacer, cariño. Pronto veremos si eres material para los Vengadores... —Lo que dice Tony me confunde. ¿Eso quería Fury?

—Espero no sonar grosera, pero... ¿Quién les informó que quiero pertenecer a su grupo? ¿Así que por tener habilidades que no son algo normal en la gente, significa que debo unirme a ustedes? —Ellos me miran con asombro, incluso Barton, quien está en el fondo sin decir nada. Sólo rezo por no haber sido tan atrevida y conservar el empleo...

—Tienes carácter, impresionante —me halaga el dueño de un traje metálico. Arqueo una ceja—. Bien, lo haremos como su majestad lo desee. —Se reverencia ante mí—. ¿Le gustaría a usted, señorita Hill, poder unirse al grupo de los Vengadores?

—Pues... —Alargo la «e» para tomar tiempo de meditar aquella oferta. Aunque no se trata de que yo cuente con mucho tiempo. Me esperan.

—No, Nat, ¿de verdad? —Las risas provenientes de un pasillo me dan la oportunidad de callarme. Se distingue la voz grave de un hombre y las carcajadas de una mujer. Seguido de eso, las puertas son empujadas por un cuerpo mayor, al que todos observamos. Y no viene solo.

La agente Romanoff es su acompañante. ¿El sujeto? Se trata de un hombre de gran estatura, junto a él me veo más baja de lo que yo ya soy; cualquiera que tenga ojos se percataría de hace ejercicios, dada su aparente buena condición física. Sin embargo, lo que más llama la atención resulta su rostro. Pasando de sus ojos intensamente azules, los cuales curiosamente me recordaban al más bello de los océanos; a su nariz perfilada, haciendo camino por sus pómulos hasta llegar a unos labios de color rosado que lucían impresionantes, y terminando con su mentón. Él —¡me veo en obligación de admitirlo!— es atractivo, mucho... En mi vida sólo he visto hombres feos de personalidad y/o aspecto.

Being There For You | Capitán AméricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora