Being There For You | Capitán América

22. «Pruebas»

MARATÓN 4/4

—¿Henrie? —digo en voz baja, con la voz temblorosa a causa de los nervios que juegan conmigo.

Aunque estemos en la oscuridad de la noche, no autorizados a tener otra luz que no fuera proveniente de las estrellas o la luna, de algún modo siento que se voltea para tratar de mirarme sin éxito.

—¿Sí, capitana Hill? —pregunta, su voz no se oye tan aterrorizada como la mía, pero tal vez él ya ha hecho estas cosas antes, no como yo.

—Ayúdame a recordar cómo es que acabé metida en esto —mascullo, en desagrado por el lugar y la situación en que estamos, y la razón de porqué hacemos esto.

—Pues...

Tras un par de semanas de trabajar de una manera distinta a como había esperado hacerlo en S.H.I.E.L.D., por fin llegué a pensar que tendría una nueva rutina: asistir, entrenar, ir a casa y comenzar de nuevo. Para sr sincera, me parecía bien tener un poco de orden de vuelta en mi vida. Hasta que un día fui llamada al despacho del Director Fury.

Nada más hice abrir la puerta cuando el sujeto del parche ya estaba divagando acerca de un experimento robado que estaría mejor guardado en sus manos.

—... Ya tenemos un equipo asignado, también con las herramientas necesarias y un vehículo listo. He visto que ha sido capaz de desarrollarse bastante bien luego del incidente, y es por eso que le tengo una penúltima prueba.

—Vaya —jadeé, sorprendida—, ¿qué se supone que debo hacer con esta información?

—Debe estar al tanto de todo para guiar a su equipo con éxito. —Él alzó una ceja mientras veía en mi dirección.

Se me fue el aliento.

—¿Disculpe? —articulé, aún sin poder creérmelo del todo.

¿Liderar una misión? ¿Penúltima prueba? Era verdad que estos días había podido progresar un poco, mis sentimientos otra vez estaban a raya, además podía desahogarme al entrenar, con dos personas distintas, y estar como nueva después. A pesar de todo eso... ¿En qué estaba pensando Fury? No tenía ni la más mínima pista sobre cómo liderar un grupo de personas bien entrenadas con armas, ni mucho menos recuperar un experimento químico sin ser descubierta.

Sin responderme más que con una sonrisa de lado, me entregó una carpeta con diez hojas —que a mi parecer era poco, ya que poseía cero experiencia— sobre detalles importantes como los componentes de aquel químico, quién se había adueñado de él, los miembros de mi equipo, etc.

Al ojear las últimas páginas, me alivié de no ver ningún nombre de cualquiera de los Vengadores; de hecho, sólo había un nombre que conocí a penas: Henrie.

A sabiendas de que Fury no me daría más datos de los que salen en la carpeta, decidí probar mi suerte y hacer una pregunta más:

—¿Penúltima prueba? ¿Cuál es la última?

Fury, divertido, me respondió.

—Hablaremos de aquello cuando finalices la misión... y tu prueba. Deberá prepararse en estos tres días, capitana Hill. Le sugiero que descanse para su mayor rendimiento en el entrenamiento especial de mañana.

Con esas palabras pude entender que, prácticamente, me estaba echando luego de dar por finalizada nuestra «conversación .

Me marché de ahí, con una carpeta en mis manos, un montón de dudas en mi cabeza y con una boca que sólo se quejaba de la carencia que sufría Nick Fury para dar respuestas completas.