Justo cuando entré al salón de matemáticas seguida por Melody, sonó el timbre que indicaba que las clases habían empezado.
- creo que las dos han llegado un poco tarde.- se escuchó la voz de Miller acabando con el silencio.
- si hemos llegado dos segundos tarde, ¿tiene usted algún problema?- pregunté con arrogancia y con mi infaltable pose de "soy una perra perfecta".
- creo que a una clase tan importante hay que llegar puntual, ¿ya les había hablado de eso?- negué con la cabeza, me estoy empezando a enfadar.
- no, no me has hablado de eso, y tampoco me importaría si lo hicieras, ahora dime si puedo llegar hasta mi asiento y dormir o me quedo afuera y voy a dormir igualmente, de cualquier forma dormiré y sinceramente el lugar no me importa mucho.- dije haciendo un ademán con la mano para quitarle importancia, este me miró arqueando un ceja.
- ¿dice usted que va a dormir en mi clase?- preguntó cómo si no lo creyera. Me hice la sorprendida.
- mira eso Miller, tus oídos funcionan a la perfección, pensé que a tu edad empezaban a fallar.- le guiñe un ojo y la clase empezó a reírse.
-solo tengo 27.- dijo con tranquilidad, pero más que todo estaba tratando de tranquilizarse a él mismo.
- eso es casi el doble de mi edad.- dije, Melody estaba avergonzada y roja como un tomate.- ¿entonces qué decidiste?- pregunté recargado mi peso en la pierna izquierda mientras miraba mi manicure.
- decidí que la señorita puede entrar.-dijo señalando a Melody.- pero tú me vas a acompañar.- asentí y le entregué mi bolso a Melody.
Salí del salón sin esperarlo y me recargué en una pared contigua a la puerta, cuando salió me tomó por el brazo y me haló hasta llegar a los baños.
-¿crees que soy muy viejo?-preguntó mientras me acercaba a él tomándome de la cintura sin delicadeza.
- sí creo que eres malditamente viejo.- dije colocando las manos sobre su firme pecho para alejarme de él, haciendo intentos fallidos por empujarlo. Miller no estaba para nada feo, de hecho estaba muy bueno, y si yo tuviera por lo menos 24 años no dudaría en darle dos hijos, pero maldita sea tengo 16 años y el 27, además Jordan está mejor.
- bueno, tenemos bastante diferencia de edad pero tú no luces como una chica de 16 años, tu luces como una zorra.- dijo mientras me tomaba del mentón con fuerza para dejar vía libre hasta mi cuello, empezó a besarlo delicadamente, él estaba un poco agitado y yo solo sentía asco y Pena por él.
Bueno ya que no podría salir de esta por las buenas, es decir dialogando ni por las malas, utilizando fuerza física, la única opción que queda es al estilo Ashley. Sacaría mi perra interior, esa que casi siempre está afuera y lo dejaría en Shock hasta que me dé tiempo de volver a clases. Suspiré pesadamente, bueno gracias a Dios no tengo novio aunque esto no cuente como infidelidad de todas maneras. Ya empezaría mi juego, empezaría a confundirlo.
Levanté mi mentón aún más para darle más acceso a mi cuello, enredé mis manos en su cabello rubio y tiré de él suavemente hacia atrás, besé su mentón y su cuello, el llevó sus manos a mi trasero y me levantó haciendo que lo rodeará con mis piernas, se dirigió a la puerta y le colocó seguro. Mierda! Sentí la erección de Miller restregarse contra mi corta y delgada licra por debajo de mi falda, estaba empezando a acalorarme, pero tengo que ser muy profesional. Saqué su corbata con precisión y agilidad, la misma que utilicé para quitar los botones de su camisa, este juego apenas empezaba. Mis sentidos empezaban a fallar y mi juego de seducción también me estaba consumiendo a mí, me bajé de la cintura de Miller y rápidamente estaba presionando mi trasero contra su erección, que cada vez crecía más, colocó mi coleta aún lado de mi cuello. Empezó a besar el otro lado, me giré sobre mis talones y quedé frente a frente con un Miller agitado. Tomé la hebilla de su cinturón y empecé a desabrocharla, para seguir con el botón de su pantalón, mientras lo besaba en el cuello, en ningún momento lo besaría en la boca, este hombre me da un poco de asco por lo necesitado que está, su pantalón estaba abultado y bueno este era mi momento de escapar. Salí como pude de su agarre y abrí la puerta primero sacando su seguro, Miller intentó agarrarme pero simplemente no podía salir semidesnudo por los pasillos del internado, en estos momentos me sentía toda una zorra, bueno sinceramente estoy orgullosa de mi.

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All Of Me.
ActionJordan Smith es un chico de 19 años, no uno cualquiera, es la persona mas temida de las calles de Miami. no se había encontrado persona capaz de retarlo o colocarle una mano encima, hasta que aparece ella. Ashley Thompson, nada mas ni nada menos que...