24.

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-quiero que seas mia Ash.- reproduje la sexy voz de Jordan en mi mente antes de reponder.

No le había respondido a Nicholas, no porque estuviera pensando en intentar algo con él, de ninguna manera, siento que apesar de todo debo serle fiel a Jordan, y no tengo problema con eso, y viendolo de esta forma no se para que le doy tantas vueltas al asunto.

- si, tengo novio.- le respondí.
- ¿está en Miami?- inquirió.
- si, tiene cosas que hacer. - le dije manteniendo un tono de voz tranquilo.
- ese lugar está bastante lejos.- dio un paso hacia adelante para acercarce a mi, por instinto di dos hacia atrás.
- once horas.- le respondí mientras abría mi maleta.
- ¿no te apetece salir un poco de la rutina?
- no, creo que estoy bien.
- solo espero que no planees serle fiel al idiota de tu novio por mucho tempo.
- te sugiero que te sientes a esperar, no querrás que el idiota de mi novio descargue un AK-47 en tu jodido culo.- le guiñé un ojo y le cerré la puerta en la cara.

Son las 4 de la tarde, se supone que debo tomar una ducha y colocarme uña pijama para descansar, espero conocer Luxemburgo el domingo antes de tomar el avión, tomé una ducha de agua caliente para relajar mi cuerpo, pero estaba cansada, me coloqué un pantalón de chandal gris y un top para dormir, me acosté en la comoda esperado para conciliar el sueño, tomé mi teléfono y decidí enviarle un mensaje a Jordan.

"Buenos Dias cariño. "

En Miami son las 10 y media de la mañana, imagino que Jordan ni siquiera se ha levantado, dejo mi celular en la mesa de noche que está a un lado de la cama y me acomodo entre las almohadas para segundos después caer profudamente dormida.

Me levanté a las 6 y media de la tarde, ahora debía arreglarme formal pero no tanto para la cena de el señor Dante Müller, revisé mi celular y solo estaba un mensaje de Scott en respuesta al que le había enviado en el aeropuerto, no había ningún mensaje de Jordan, dejé mi teléfono en el mismo lugar y saqué la ropa que utilizaría de mi maleta, consistía en una falda lápiz de un tono azul muy lindo, desde las cintura, hasta mis rodillas, me quedaba perfecta, le coloqué un pequeño cinturón plateado y bastante Delgado, me coloqué un top blanco bastante elegante, el escote no era pronunciado, por lo tanto se seguía viendo formal, incluso la tela blanca del top terminaba solo dos dedos antes que la falda, elegí un bolso plateado, y unos tacones sin plataforma y de unos diez centímetros también plateados, tomé un Blazer blanco del mismo tono que el Top, lo coloqué sobre mis hombros, aún no tenía frío, me apliqué un maquillaje sobrio, guardé dinero, mi cargador y audífonos en mi bolso, maquillaje de repuesto y mi perfume Chanel.

Unos firmes toques me indicaron que era el momento de irme del precioso castillo, mire la hora y el reloj de mi teléfono marcó las ocho y media de la noche, me miré al espejo por ultima vez y estaba perfecta, en Miami son las 2 y media de la tarde y aún no recibía un mensaje de Jordan, abrí la puerta de la habitación y estaba Dante, el señor expresión seria, con un finísimo traje que se le veía espectacular, cuando me vio recorrió mi cuerpo con su mirada un par de veces, hasta que me decidí a intervenir.

- ¿terminaste?- le pregunté con la misma expresión seria con la que él se había dirigido a mi.

- no.- respondió secamente y yo rodé los ojos, decidida a bajar las escaleras empecé a caminar.- ahora sí terminé.- dijo Dante detrás de mí, pero en esta clase de momentos es cuando mi interno yo, la perra Thompson muestra sus garras.

- siendo sincera, me da igual que mires, no eres quién lo disfruta.- le sonreí con fingida inocencia y el pareció quedar en Shock. Bajé la escalera con todo el estilo y elegancia del mundo, a un lado de la puerta estaba Nicholas, con un fino traje igual a Dante, que igualmente se le veía espectacular. Este me miró de pies a cabeza con la misma admiración que su hermano, par de ridículos.

All Of Me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora