Prohibido Enamorarse ||PE1||

c i n c u e n t a-FINAL-

EDITADO LO MEJOR POSIBLE c:

Laura POV:

*

Ross caminaba de un lugar a otro y mis ojos seguían cada movimiento que hacía. Se jalaba el cabello, le pasaba las manos por el rostro, bufaba constantemente y eso me estaba desesperando.

El oficial que estaba al frente mío tomando mi declaración seguía hablándome pero no le prestaba atención.

--¿Sí o no?—dijo y me sacó de la ensoñación en la que estaba.

--¿disculpe?

--Le preguntaba si la señora Ellen la amenazó alguna vez—su rostro mostraba cansancio, probablemente estaba harto de repetirme las preguntas dos veces.

--Lo hizo, más de tres veces.

--Muy bien, creo que eso es todo—suspiró pesadamente.

--¿Puedo preguntarle algo?

--Si no queda remedio...

--¿Por qué están haciendo todo esto? Preguntas, investigaciones y esas cosas... digo Ellen ya está muerta no hay necesidad de hacer tanto drama por eso—puse mis ojos en blanco.

Pues sí, Ellen... mi madre había muerto a causa de los disparos que habían dañado su pulmón derecho y su corazón, además se había desangrado mucho.

No voy a decir que estaba feliz porque le tocó lo que merecía porque no es así, pese a todo el daño que me había hecho era mi madre y yo la quería. Sí... sé que intentó hacerme daño y si no fuera por Ross tal vez ahora estaría en manos de algún mafioso pero... era mi madre y aunque se equivocó no podía odiarla.

--Su madre pertenecía a una red de narcotraficantes señorita Marano, y el avión que la iba a llevar a América del Sur no solo iba a transportar drogas sino también armas ilegales—el oficial suspiró de nuevo—el hecho de que haya muerto no nos impide seguir la pista de la organización y desmantelar esa red.

Mi mente se había quedado en blanco... ¿narcotraficantes? ¿drogas? ¿armas ilegales? En que carajos se había metido mi madre.

--Ahora sí me retiro—el oficial hizo un gesto con su mano y salió del lugar.

Mi vista volvió a Ross que ahora hablaba con un doctor que había salido de la sala donde estaban operando a Riker, llevábamos mas de 6 horas aquí.

Me aproximé a ellos.

--¿Va a estar bien?—preguntaba Ross desesperado.

--No podemos confirmarle nada, la operación fue muy riesgosa y ahora solo es cuestión de esperar como reacciona su cuerpo.

--¿esperar? ¡Mi hermano se puede morir por el amor de Dios! No puedo quedarme aquí esperando.

--Es lo máximo que se puede hacer, le recomiendo que rece mucho—señaló hacia arriba—Dios es quien decide el futuro de su hermano ahora.

Y volvió a entrar al cuarto.

Apoyé mi cabeza en el hombro de mi novio—Tranquilizate Ross, él va a estar bien.

--No puedo estar tranquilo, mi madre está viniendo y juro que tengo terror de como va a reaccionar, me va a querer matar por meter a Riker en esto.

--Nada de eso fue tu culpa Ross—dije—al contrario creo que va a querer que me aleje se ustedes ya que todo esto fue obra de mi madre.

--Laura—pasó sus manos por mis mejillas obligándome a mirarlo—nada ni nadie te va a separar de mí ¿entiendes?

Acercó mis labios a los suyos y nos fundimos en un tierno beso cargado de amor.