capitulo 2

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Lucy giró la cabeza  par descubrir a la propietaria de aquella magnifica voz. Provenía de una mujer joven, morena, alta, atlética, de pelo largo, ondulado u oscuro. Vestía unos jeans negros, camiseta blanca y americana gris. De su cinturón colgaba su placa y podia adivinarse un poco más atrás que portaba un arma.

Srta. Hoffman, soy la capitán Coleman, Karen Coleman del departamento de homicidios, debido a la repercusión que va a tener este caso, por ser usted una persona muy conocida y sobre todo ser amiga del alcalde, él ha ordenado que sea mi departamento quien se haga cargo del caso, mis mejores policías están trabajando en esto, no lo dude, extendiendo su mano hacia ella.

Lucy se la estrecho, sonriendo agradecida.

"Esta es la detective  Jennifer Vallejo, será una de las encargadas de su caso", dijo la capitana refiriéndose a una mujer sofisticada, alta, con un sedoso pelo castaño rojizo que colgaba rebelde hasta su cuello y unos preciosos ojos marrones, que se encontraba a su lado.

La detective estrecho la mano amablemente la mano de Lucy, con una cálida sonrisa, "si no le molesta me gustaría que me acompañase adentro, para hacerle unas preguntas". dijo

Lucy asintio, ella, las dos policias, la Sra. Hoffman y Franklin se introdujeron en la sala de la casa.

El Sr. Antonio Cardona (jardinero) ha declarado que la última vez que vio a Fernanda fue sobre las siete de la tarde. ¿Es normal que se encontrara en su habitación a esa hora? preguntó la detective Vallejo.

Lucy iba a responder, pero se detuvo sorprendida, cuando una mujer entró como un torbellino a su sala, era una joven rubia, de media estatura, un tono de piel muy claro, pintado con varios lunares, ojos color miel chispeante y una mirada tan dulce como ninguna que Lucy se hubiera encontrado hasta ahora. Sus mejillas arremolinadas y su respiración acelerada, delataban que había venido corriendo, a la joven artista le gustó inmediantamente.

"¡Dios Amy, hace más de dos horas que deberías estar aquí!", dijo la capitana aliviada al verla entrar, levantándose y dirigiéndose a ella.

"le recuerdo que estoy en mi dia libre", estaba en el teatro viendo un musical, pero ha sonado mi maldito telefono, he tenido que salir corriendo y pasar por casa a cambiarme", dijo la desconocida.

Su jefa la miró sonriendo, "hablaremos de eso más tarde, dejáme que te presente a  la Srta. Hoffman y dirigiéndose a Lucy hizo las presentaciones, "Srta. Hoffman, ella es la detective Foster, la segunda de mis agentes asignadas a su caso". 

Lucy miraba boquiabierta a la simpática joven que se acercaba hacia ella con la mano extendida y una increible sonrisa en sus labios. Le parecia imposible que aquella mujer fuera agente de policía. Se levantó y estrecho su mano amablemente. Volvieron a sentarse y el interrogatorio continuó.

Lucy  contó a las agentes que Fernanda nunca entraba a su habitación porque ella misma se ocupa de arreglar su cuarto antes de salir de casa, mo queria perder la cabeza si se le llegasen a arruinar las obras para la exposición. Pero aquella mañana había pedido a Fernanda que le ayudara a ordenar su habitación, ya que por la exposición no me daría tiempo a  mí hacerlo ya que no me gusta tener desorden.

La detective Foster la miró pensativa, "entonces si usted, es la única que entraba a su habitación, quizá la persona que la golpeó no la buscaba a ella, sino a usted".

La Sra. Hoffman, se levantó sel sofá nerviosa, Lucy creo que es hora que les digas lo que está pasando, sino lo haces tú lo haré yo.

Las tres representantes de la ley se miraron sorprendidas, "Srta. Hoffman, es de extrema importancia que no nos oculte nada, lo que paso es muy grave", dijo muy seria la capitana Coleman.

Lucy suspiro, "no les he comentado nada porque dudo que no es nada importante.."

La detective Foster la interrumpió, "Srta. Hoffman deje que nosotras seamos quienes juzguemos lo que es importante y lo que no, usted esta en peligro y no parece entender.

Lucy, bajó la vista avergonzada, "lo siento", murmuró.

A Amy aquel gesto le pareció increiblemente tierno, talvez he sido un poco dura pensó, iba a disculparse cuando notó los gélidos ojos del prometido de la joven pintora clavados en ella. Desafiante agauntó su mirada, tenía demasiada calle como para dejarse intimidar por un niño rico.

La joven pintora en seguida se dio cuenta de la tensión existente entre Franklin y la joven detective e intervino rapidamente, conocía muy  bien a su prometido y sabía que en cualquier momento no iba a a aguantar mucho e iba a soltar alguna de las suyas. "Hace un para de semanas Franklin y yo hicimos una pequeña reunión anunciando nuestro compromiso, nos casaremos despues de la exposición, desde entonces he recibido llamadas amenazantes, al principio no le di importancia, me decía que estaba enamorada de mi y cuantao me deseaba....".

"!Ha dicho enamorada, por lo tanto es una mjer¡", interrumpió la detective Vallejo.

Lucy asintió, diciendo que poco a poco las amenazas han ido subiendo de tono, hasta llegar a amenazarla de muerte, me decía que si no era suya  no sería de nadie, ya que preferiría matarme antes de que alguien mas me tocara. Me llama todas las noches y en las mañanas toca la puerta un mensajero con un ramo de rosas blancas".

Amy se levantó inmediatamente del sofá y salió a la calle, se acercó a su coche y por radio pidió una lista de las últimas llamadas realizadas al teléfono de Lucy así como un seguimiento de éste, indicó que ella y Jennifer se ocuparían de la protección de la joven pintora, pero quería las veinticuatro horas del día una patrulla en la puerta de la casa.

Al regresar dentro de la sala escuchó como el prometido de Lucy discutía con Karen, sobre si Jennifer y yo eramos aptas para proteger a Lucy,"disculpeme capitán koleman pero no creo que ninguna de las dos agentes sean idóneas para proteger a mi prometida, son mujeres y el nada corpulentas", dijo.

"Disculpeme Sr. pero las dos detectives están altamente entrendas en todo tipo de artes marciales, incluso la detective Foster perteneció durante años al grupo de élite en crimenes de Estados Unidos. su prometida no podría estar en mejores manos", dijo la capitán.

"Lo siento pero no las veo capacitadas, insistió Franklin, mañana contrataremos seguridad privada, ¿verdad Lu?.

La joven artista de ojos azules no le contesto. En algún momento de la conversación sus dos luceros se habían encontrado con los cálidos ojos color avellana de Amy e inmediatamente se perdió en ellos.





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