Amy se separó inmediatamente de Alexandra, mientras observaba como se alejaba la castaña por la arboleda, “yo..............., no puedo, es que.....”.
“Lo sé” la interrumpió Alexandra, “yo también la he visto, y me siento muy mal por haberte seguido el juego”, “¿ella es tu ex verdad?”
“Si, lo siento....”, murmuro la rubia avergonzada.
“Amy, has actuado muy egoístamente. No estoy enamorada de ti, pero me gustas, me gustas mucho, si mis sentimientos por ti hubiesen sido más fuertes, me podrías haber hecho mucho daño”, Alexandra estaba muy seria, se odiaba a sí misma, por haber participado en aquel juego, sabia por experiencia propia lo que estaba sintiendo Lucy en aquellos momentos, “¿Amy eres consciente de todo el daño que acabas de hacerle?”.
La joven rubia asintió, “yo......, yo... no sé porque lo he hecho”, respondió casi sin poder hablar por la angustia.
“Ya está hecho”, murmuro la agente tristemente, “esto va a traer consecuencias, y tú tienes que aceptarlas. La has alejado definitivamente de tu lado, espero que estés segura de que eso era lo que de verdad querías”.
Amy asintió con la cabeza, apretando los dientes y los puños hasta sangrar en un intento casi desesperado por contener las lágrimas. Se había prometido a sí misma, no volver a llorar por ella y no lo haría.
“Venga te llevaré a casa”, murmuro Alexandra tristemente, aquello le había traído recuerdos muy dolorosos.
Un mes más tarde Amy no sabía nada de Lucy, le preocupaba, la rubia no pudo soportarlo más y fue a su casa. Nadie abrió la puerta, ni se veía ningún movimiento. Cada vez más preocupada se encaminó al hospital.
Al llegar, fue atendida por una médico joven y hermosa. “Buenos días Dra.”, dijo la agente.
“Buenos días señorita, soy la Dra. Cindy Navarro estoy a cargo del hospital, en que le puedo ayudar?, “busco a la señorita Lucy Hoffman” contestó la rubia nerviosa. “La señorita Lucy tenía unos pendientes y no sé cuándo regresará, no tengo noticias de ella", respondió la joven doctora.
En la mente de Amy se reproducían una y otra vez las imágenes de su último encuentro, todo lo que le transmitieron los ojos de Lucy en aquel momento, la culpabilidad no la dejaba vivir. Tenía que asegurarse de que se encontraba bien. Sin pensárselo dos veces se dirigió a la casa de la Sra. Hoffman, ella era la única que podía sacarle de dudas.
Amy toco la puerta varias veces sin obtener respuesta. Estaba a punto de irse cuando se escucho una voz desde el otro lado de la puerta.
"Buenos días Sra. Hoffman disculpe que le moleste"
"No molestas Amy, ¿qué puedo hacer por ti?", contestó la Sra. Hoffman con una sonrisa.
Amy tomó aliento, "le parecerá un poco extraño que le pregunte esto", comenzó con voz tímida e insegura, "pero hace un mes que no se nada de Lucy, usted sabe donde esta ella".
"Amy, yo no sé si debo....".
Amy la interrumpió, "por favor Sra. Hoffman necesito saber donde esta".
"Lucy se ha ido a Hong Kong, y no volverá. No por ahora."
Amy parpadeo varias veces, se le nublo la vista, no podía creer lo que estaba escuchando, se dió la vuelta y se marchó.
"Amy, ¿estás bien?", preguntó la Sra. Hoffman.
La joven rubia hizo caso omiso de la pregunta, como una autómata subió a su auto, Lucy estaba en Hong Kong, a miles de Kilómetros de distancia.
Llegó al lago y se tumbó en la hierba recordando los magníficos comentos que habían pasado juntas. Llevaba semanas intentando sacar a Lucy de una vez por todas de su vida, pero ahora que lo había conseguido, ahora que Lucy había dado por perdida la partida y no estaba a su lado, se sentía vacía y sola. Estaba segura que aquella separación era lo mejor para ella, el daño causado por su antiguo amor era demasiado grande.
En el otro lado del mundo, unos ojos azules derramaban las últimas lágrimas por ella, Lucy había llegado a la misma conclusión, aquello era lo mejor, no podía soportar ver a Amy en brazos de otra.
A Amy sólo le hicieron falta un par de horas para darse cuenta de que al irse, Lucy se llevó con ella su vida, su alegría y su corazón.
Alexandra fue un gran apoyo para ella en aquellos duros momentos, las dos jóvenes se convirtieron en grandes amigas.
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Solo cuando estoy contigo
RomanceLucy una joven pintora enamorada del hombre de su vida, todo cambia cuando matan a alguien dentro de su casa, y para hallar al responsable aparece Amy una joven oficial altamente capacita en el tema de crimenes, de la cual Lucy se enamora, pero p...