Capitulo 10

163 14 2
                                    


Lucy no pudo conciliar el sueño en toda la noche,‭ ‬su mente evocaba una y otra vez los suaves besos de Amy,‭ ‬provocando en ella un fuego abrasador.


No entendía que había pasado,‭ ‬porque lo había hecho,‭ ‬simplemente se había dejado llevar.‭ ‬Era el momento ideal,‭ ‬ellas dos solas,‭ ‬Amy compartiendo uno de los momentos más desgarradores de su vida con ella,‭ ‬la luz de la luna entrando por la ventana,‭ ‬la tristeza y las lágrimas de su amiga.‭ ‬Quería reconfortarla y al hacerlo había caído en una mágica espiral de sentimientos y emociones maravillosos,‭ ‬que la habían llevado a desear sus labios por encima de todo en el mundo.


Nunca había sentido lo que sintió al rozar sus labios con los de aquel ser fascinante,‭ ‬la transportó inmediatamente a un cuento de hadas donde todo a su alrededor era mágico y su felicidad era completa,‭ ‬un torrente de sensaciones prodigiosas recorrió todo su cuerpo.


Pero al separar sus labios se terminó el cuento y la realidad se impuso,‭ ‬tenía que olvidarse de aquel beso,‭ ‬su destino ya estaba decidido hacía mucho tiempo, se casaría con el hombre del que supuestamente estaba enamorada y amaba,‭ ‬aunque él no había sido capaz de hacerle sentir en años,‭ ‬ni una milésima parte de lo que había sentido momentos atrás con aquella idílica mujer‭; ‬le daría los hijos que deseaba tener,‭ ‬y haría a sus padres las personas más felices del mundo al convertirlos en abuelos.


Tenía que olvidarse de lo que había ocurrido,‭ ‬no podía tirarlo todo por la borda por los sentimientos provocados por un simple beso,‭ ‬no podía dañar a la gente que más amaba.‭ ‬A la mañana siguiente hablaría con Amy,‭ ‬no quería perderla como amiga,‭ ‬le parecía una criatura absolutamente extraordinaria,‭ ‬pero le haría entender que entre ellas no podía haber nada más,‭ ‬que aquel beso había sido un gran error.


En el piso de abajo el cerebro y el corazón de Amy,‭ ‬estaban a punto de estallar.‭ ‬El probar los labios de aquella inalcanzable mujer,‭ ‬le había provocado sensaciones y sentimientos,‭ ‬olvidados y encerrados bajo llave en lo más profundo de su alma muchos años atrás.‭ ‬Lo que había sentido la aterrorizaba,‭ ‬no podía volver a exponer su corazón a algo tan grande,‭ ‬ya lo había hecho una vez y le habían destrozado el alma.


Aquella mujer portaba encima de su cabeza un letrero luminoso,‭ ‬con un mensaje para ella,‭ ‬-peligro-.‭ ‬Era heterosexual,‭ ‬se iba a casar en unos días y para colmo era una pintora admirada y reconocida en la ciudad.‭ ‬No podía permitirle entrar en su corazón,‭ ‬estaba segura de que si lo hacía,‭ ‬iba a destrozarlo en pedazos,‭ ‬no podía permitirse sentir nada más por ella que una profunda admiración y el cariño de una buena amiga.‭ ‬Se había propuesto algo firmemente años atrás,‭ ‬no volvería nunca a amar a nadie,‭ ‬su boca jamás regalaría a nadie aquellas maravillosas palabras,‭ ‬de su garganta no volvería a surgir un te quiero.


También estaba Gabriela,‭ ‬era una mujer de ensueño y su perdición,‭ ‬despertaba en ella sus deseos más íntimos,‭ ‬nadie le había proporcionado tanto placer en todos sus años de vida como ella en una sola noche.‭ ‬Con solo tocarla desataba en Amy una lujuria y un deseo desbordante,‭ ‬la convertía en un animal salvaje,‭ ‬ávido de más y más placer,‭ ‬perdía el control de todos sus sentidos y no podía parar de suplicar más,‭ ‬ hasta que caía rendida y dolorida en la cama incapaz de sentir nada.

Solo cuando estoy contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora