Cap 39

48 9 1
                                        

Amy sacó de  su bolsa una fotografía mostrándosela al camarero, ¿dígame  acaso era el?, “si señorita es el…"          !Lucy quédate aquí “!,  y salió corriendo del restaurante, Amy veía y apuntaba con su arma a todos lados furiosa mientras se comunicaba con la capitán Coleman, maldita sea!..

En unos minutos llegaron la capitán Coleman y dos agentes más, “qué ha pasado?,  están bien, pudieron ver hacia donde se fue?”. ” Si Karen estamos bien, por desgracia no, solo envió esto dijo Lucy nerviosa  mientras le mostraba a la capitán Coleman la carta y la botella de vino”, “necesitamos ver las cámaras de seguridad del restaurante ahora mismo dijo Amy.  Tenemos que encontrar y  atrapar ese hijo de perra”!

“¡Ahora si, iré por ti maldito!” grito Amy mientras veía  a Lucy quien estaba sumergida en sus pensamientos.

“Con la placa del vehículo podremos empezar con un rastreo para ubicarlo  lo más pronto posible” dijo la capitán Coleman.

Amy se acercó a Lucy acariciando su mejilla, "¿qué tienes amor?",  “solo estoy preocupada, él puede hacernos daño otra vez”, “recuerdas la promesa que hice, nadie nos  hará daño voy a protegerte por sobre todo,  daré mi vida por ti, no estás sola, estoy contigo”. Ambas se fundieron en un abrazo.

Pasaron diez días y aún no  había pistas sobre el paradero de Franklin. Lucy contaba con dos agentes que la escoltaban las veinticuatro horas del día. Amy, la capitán Coleman y los demás agentes trabajaban día y noche, sin obtener respuestas positivas. Era frustrante para todos, en cualquier momento Franklin aparecería con un ataque sorpresa.

Centro de rehabilitación "PASITO A PASITO"
“Srta. Hoffman, buen día”, “buenos días Sara, qué era eso tan importante que tenías que decirme?”. “El Dr. Hudson ha muerto, colisionó su auto contra un paredón, al parecer le fallaron los frenos”, “Dios mío, no puede ser”, “su cuerpo fue trasladado a la morgue, la policía está investigando”. “Gracias Sara”. Para Lucy esto era muy doloroso y frustrante, el Dr. Hudson era uno de los mejores médicos del centro en diferentes áreas. Inmediatamente se puso en contacto para hallar un nuevo reemplazo.

“Buenos días Srta. Hoffman, ya está aquí la Dra.”,  “dile que pase  por favor”.
Buenos días soy la Dra. Emma Stuart”, la joven Dra. estrechó la mano amablemente con Lucy.  “siéntese por favor “, “Gracias”, la joven sonrió y tomo asiento, "sé quién es usted su reputación le precede, he leído su expediente me ha sorprendido mucho, su formación académica y sus referencias la califican para ocuparse del cargo que se le ha asignado”. dijo Lucy mientras veía detenidamente a la Dra.


La Dra. Emma sonrió tranquila a la joven de ojos azules. “Gracias Srta. Hoffman, entiendo que mi juventud le sorprenda, por mi experiencia y capacidad puedo asegurarle que no se arrepentirá de haberme elegido y  haré todo lo que este en mis manos para ayudar a todos los niños del hospital".

En cuanto la vio, a Lucy le encantó la nueva doctora, su parecido físico con Amy era increíble, pero no así su personalidad. Quedó prendada de aquellos cálidos y chispeantes ojos color avellana, le gustó su fuerte carácter, su seguridad en sí misma. Escuchó que la joven le decía algo, pero ella estaba absorta examinando cada detalle de su cuerpo, asombrándose cada vez más por el parecido de aquella mujer con su novia incluso en los pequeños detalles como su pelo corto y alborotado o aquellos lunares que tanto le gustaban de Amy.

"¿Srta. Hoffman, me está escuchando?", pregunto la joven Dra.

"Discúlpeme, estaba pensando en otra cosa", contestó la joven castaña.

Emma sonrió, "le decía que si no es mucha molestia de enseñarme las instalaciones  para  después  examinar a cada uno de los pacientes. “Claro con gusto adelante doctora  vamos”, respondió Lucy.

"Es un lugar muy lindo con un ambiente agradable, pero falta equipo en el área de pediatría, cree que pueda adquirir el equipo necesario?” pregunto la joven Dra.  y se detuvo para observar a la joven, que la miraba fijamente con aquellos hermosos e intensos ojos azules, un escalofrío recorrió su espalda.

"Claro, tendrá el equipo y todo lo que necesite lo más pronto posible, solo tengo una pregunta,  es usted casada?, en su expediente no hay ningún dato sobre ello", continuó la joven castaña.

"Srta. Hoffman.....", comenzó la Dra.

"Lucy, por favor, llámeme Lucy", la interrumpió la joven.

"Srta. Hoffman......, es momento de ir a visitar a los pacientes, y así conocer a cada uno de ellos", continuó Emma.

Desde el primer momento en que vio a la joven  artista había quedado maravillada por su increíble belleza, sus labios carnosos, su cuerpo escultural y por aquellos dulces ojos azules, así que para evitar problemas y posibles tentaciones, prefirió mantener las distancias y darle un estricto trato profesional.

"No ha contestado a mi pregunta Dra.", insistió la joven castaña, "y le repito que me llame Lucy".

Emma sonrió, cada vez le gustaba más, "Srta. Hoffman, mis asuntos personales no los involucro con mi trabajo, además no es momento para hablar de ello. Si me disculpa debo iniciar con mi trabajo”.

"Está bien Dra., le pido me disculpe, ahora le dejo hacer su trabajo,  y mañana tendrá todo lo que solicitó".

"Muchas gracias", dijo la joven Dra.

Lucy  agarro el pomo de la puerta de su oficina, pero antes de abrir, se giró hacia Emma,  sonrió pícaramente, abrió la puerta y entró.


El día transcurrió normal, Lucy cogió ansiosa su teléfono móvil y llamó a Amy.


El teléfono sonó y sonó hasta quedarse sin tono, Lucy sorprendida volvió a marcar algo nerviosa, Amy siempre respondía al segundo o tercer tono.

“Hola amor", dijo por fin la voz de Amy.

Al escucharla  Lucy sintió como se le aceleraba el corazón y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro,”Donde estabas cariño?, me estabas empezando a preocupar".

"Mi amor, estaba en una junta con Karen y Jennifer, debemos seguir con las investigaciones”

Lucy sonrió sabía que tarde o temprano atraparían a ese maldito, le contó a su novia emocionada todo lo que le había pasado. Como era la nueva y joven doctora, el parecido tan asombroso con ella, lo bien que habían conectado, lo buena profesional que parecía pese a su juventud....

Amy escuchaba en silencio, no pudo evitar sentir una punzada de celos ante la inesperada adoración de Lucy  por la médica, durante todo el tiempo que se conocían jamás había mostrado tal admiración por nadie, sentía que aquello no era bueno.

"¿Cariño me has oído?, ¿no te parece genial la doctora?", escuchó que decía excitada  Lucy al otro lado de la línea.

"Perdona, parece que se perdió la señal, no te escuché", dijo rápidamente Amy, excusando y volviendo a prestar atención a su chica.

"Mi amor, Emma ha dicho....", volvió a decir la joven de ojos azules.

"¿Emma?", preguntó Amy tragando saliva, sabiendo perfectamente a quien se refería.

"La Dra. Emma", aclaró la joven de ojos azules, "es una persona muy amable y sobre todo con una capacidad única en todos los aspectos", repitió Lucy alegremente.

"Genial, me alegro mucho", contestó Amy, sin mucho ánimo.

"Cariño, estas bien?” Preguntó Lucy

"Lu perdóname, Karen  me ha llamado", se disculpó Emma, "debo irme, hablamos luego, te amo".

Lucy se despidió de Amy  con una inmensa sonrisa, hablar con ella siempre la llenaba de alegría, de paz, la hacía sentirse la mujer más afortunada del mundo, es ella a la mujer que amaba, que adoraba, que era toda su vida, era suya y eso la hacía completamente feliz, cerró los ojos y suspiró.

Unos golpes la, sobresaltaron la puerta se abrió y vio asomarse la cara sonriente cara de la Dra. Emma, Lucy le hizo un gesto con la mano dándole permiso para que pasara.

"¿Estaba ocupada?, no era mi intención molestarla", dijo la joven rubia entrando en la habitación.

"Usted nunca molesta", respondió Lucy brindándole una hermosa sonrisa, "sólo hacía una llamada".

"Srta. Hoffman sólo he pasado a despedirme, me marcho ya a mi casa y quería desearle una bonita noche y  si necesita algo no dude en llamarme", la sonrisa en la cara de la joven Dra. se hizo aún mayor.

Lucy la miró sorprendida, "muchas gracias Dra. creo ha sido todo por hoy, puede irse”.

"Mañana empezaré a revisar los expedientes de los pacientes que requieren operación, y me preguntaba si  antes de eso aceptaría desayunar conmigo”? preguntó Emma con un tono de voz sensual.

"Por supuesto que sí, por mi encantada" respondió Lucy.

"Entonces mañana a primera hora, estaré aquí", la joven rubia se dirigió hacia la puerta, antes de salir se giró y mirándola sonriente dijo, "buenas noches Lucy".

"Buenas noches Emma", respondió la otra joven devolviéndole la sonrisa.

Solo cuando estoy contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora