Capitulo 18 - No puedo.

3.7K 297 247
                                    


Pronto me estaba por quedar dormida, hasta que sentí que me besaban en la frente, de inmediato supe quien era el dueño de aquel gesto.

-No te vayas.-dije tomandolo de la mano.- Porfavor Legolas.

-Eso no decías hace unas horas.-dijo en cierto tono molesto.

-Perdóname, pero necesitaba pensar en ciertas cosas.-dije arrepentida.

-¿Que deseas?.-preguntó Legolas intentando dejar mi mano.

-¿Podemos ir a un lugar más íntimo?.-pregunté volviendo a tomar su mano.

Él solo asintió con la cabeza, caminé por entre los árboles, aún seguía agarrando su mano delicadamente pero Legolas la empezó a agarrar con firmeza como si no quisiera soltarla. Lo que provocó una sensación extraña en mí.

Al fín llegamos a un pequeño y caudaloso arroyo de agua cristalina.

-¿Ahora que?.-cuestionó el elfo.

-Que desesperado eres.-dije saltando en las rocas del arroyo.

-Y tú te tardas mucho.-dijo haciendo lo mismo que yo.

-Estaba aburrida y quise venir acá para distraerme.-dije sentandome en una roca cercana y empecé a ver el arroyo.

-Y querías compañía.-agregó Legolas sentándose a mi costado.

-Puede ser.-dije mirándolo a los ojos dándole una sonrisa que él no me respondió, seguía con su ambiente serio.

-Tú nunca sonríes, ¿Verdad?.-dije tiernamente tocandole la punta de la nariz.

-¿Por qué piensas eso?.-dijo Legolas viendo mi dedo, lo que causó que sus pupilas se juntaran y revente en risa.

-¿De que te ríes?.-preguntó extrañado por mi reacción.

-No...No es... Nada.-dije entre risas.

Legolas me vio seriamente y me detuve de mi ataque.

-Nunca ríes.-volví a decir.

-Hace mucho tiempo que no río ni sonrío.-respondió a mi anterior pregunta.

-¿Y no piensas hacerlo?.-pregunté.

-Talvez, cuando tenga algo que me haga feliz... O alguien.-dijo Legolas con una mirada perdida.

-No necesariamente, tan solo puedes hacer esto.-dije y acto seguido con mis dos dedos índices levanté sus labios ligeramente formando una pequeña sonrisa.

Al verlo, sonreí dulcemente, me causaba gracia, solté su boca pero seguía con su misma expresión.

Luego de unos segundos él me vio, y me dio una cálida sonrisa que pensé que nunca vendría de Legolas.

-No era tan difícil.-dije levantándome hacía un par de árboles cerca, Legolas me siguió.

-Porque creo que encontré el motivo de mi sonrisa.-dijo tocando mi mano. Sentí una sensación muy extraña.

Legolas me acorralo a un árbol, poco a poco se fue acercando mientras que tocaba delicadamente mi rostro iluminado por la luna, no me moví ni un solo milímetro.

Mi boca estaba desesperada por besar la suya.

Nos miramos a los ojos, ambos nos perdimos en ellos, él dio el paso final y nuestro labios se rozaron levemente.

Y luego llegó.

Llegaron los pensamientos de Jurian, sabía que si besaba a Legolas le estaría mintiendo a Jurian.

Sus Ojos Fríos (Legolas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora