Capítulo 37 - Te amaba

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El elfo alzó la mirada y confirmé mis sospechas. Nuestros ojos se encontraron.

-Legolas -alcancé a decir por la magnitud de mi nerviosismo

Él estaba arrodillado y esposado; su rostro presentaba heridas símbolo del maltrato que tuvo antes de verlo.

Narradora POV:

La elfa castaña se quedó quieta mirándolo, sus ojos tenían un singular brillo que ella nunca había visto en nadie. El rubio abrió la boca la pronunciar alguna palabra pero fue interrumpido.

-Nambellë, nunca me dijiste que conocías al hijo del rey Thranduil -dijo Arkent sarcasticamente. Legolas estaba demasiado confuso por el nombre en que la llamó el humano.

-Nunca me lo preguntaste -ella alejó su mirada del elfo que llevaba unos grilletes que amarraban sus muñecas detrás de su espalda.

-¿Se puede saber dónde se conocieron? -volvió a preguntar Arkent a un costado.

El miedo de ser descubierta carcomía cada parte de Evangeline.

-Nos conocimos cuando...-hizo una pausa agarrando sus manos nerviosa y luego fijó su vista en Legolas-, la comunidad del anillo llegó a Lothlórien hace años -mintió.

Ella tenía mucho que explicarle a Legolas que no decía palabra alguna.

-No te importará si lo mato, ¿verdad? -preguntó Arkent acercándose con su espada desenvainada que la colocó al costado de el elfo que no se movía.

-Arkent...-la vio-...no lo hagas...porfavor.

El nombrado la observó sin sentimientos en su rostro para luego girarse para ver al príncipe.

-Entonces pasarás toda tu larga vida en los calabozos -dijo colocando su espada en su lugar para luego intentar retirarse sin decir una palabra. Unos orcos se acercaron a Legolas para llevárselo a su próxima estancia.

-Arkent -lo llamó la elfa con las manos temblando, las escorias se detuvieron.

-¿Qué deseas? -preguntó deteniendose.

-Te tengo un trato -está vez se giró para verla.

-Te escucho -dijo e hizo un ademán a los orcos para que se alejaran del elfo.

-Su libertad por...-suspiró-...quedarme para siempre a tu lado.

Arkent sonrió con victoria y se empezó a acercar a la elfa bajo la mirada celosa de el elfo. -Pero si ya estás conmigo, hermosa -tomó su rostro entre sus manos.

-Pero, ¿por cuánto tiempo lo estaré? -preguntó mirándolo a los ojos. Arkent soltó a Evangeline impresionado por la pregunta planteada.

-¿A qué te refieres? -preguntó.

-¿No has considerado que algún día podría escapar? -ella intentaba jugar con su mente-, con éste trato no lo haré.

Arkent se quedó examinando el rostro de la hermosa elfa. En verdad él no la quería perder por nada del mundo.

-Acepto pero...-dijo-, él se quedará ésta noche en las mazmorras. Mañana será libre, ¿trato?

Evangeline había conseguido la libertad de Legolas pero él tenía que soportar una noche encerrado.

Ella miró al elfo que aún seguía en su corazón, Legolas la observaba detenidamente.

-Trato -se giró para ver a su negociante.

Sus Ojos Fríos (Legolas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora