Sus Ojos Fríos (Legolas)

Capítulo 30 - Llegarla a conocer

*Leer nota de autora, es importante*

Maratón: 1/?

Arkent se empezó a acercar a mis labios pero yo no hacía ningún movimiento. Solo me quedé viendo sus ojos verdes atravesando los míos.

Pronto nuestros labios se estaban rozando levemente.

Quería recibirlo pero sabía que en el fondo ese no era mi deseo

Pero él no me dio tiempo de seguir pensando en las circunstancias. Tomando la iniciativa, Arkent término dando el último paso.

Me estaba besando y yo seguía sin reaccionar ante tan relevante acto.

Pero sus labios tenían otro sabor, él era distinto.

El hombre que estaba parado en frente mío provocaba esas inusuales mariposas en el estómago. Pero el elfo que se encontraba a kilómetros provocaba un enjambre de abejas dentro mío, no sólo en mi estómago, también en mi cabeza, en mis manos, piernas y sobre todo en mi corazón.

Pero su beso no duró tanto como el que me dio el elfo aquella noche.

Me gustó, lo tenía que aceptar.

-Arreglemos éste desastre -dijo refiriéndose a lo que provocamos.

-Opino lo mismo -dije intentando dar mi mejor sonrisa.

***

Legolas POV:

Tres días caminando sin descanso hasta Minas Tirith. Entre Faramir y yo con la ayuda de Gimli llevábamos el cuerpo sin vida de Lenner.

Cuándo lo conocí no confiaba en él, aquel día en Esgaroth fue demasiado obvio. Luego se ganó el cariño de los demás en especial de mi hermana y su amiga.

Lenner consiguió en días algo que yo me tardé en semanas; la sonrisa de Evangeline.

El día en que ella escapó misteriosamente me dolió verla llorar por algún motivo en especial. Evangeline estaba tan indefensa como una niña pequeña, tan débil como un ciervo recién nacido y tan frágil como el cristal.

Las palabras de Gandalf tenían razón, ella era fuerte, de eso estaba seguro desde la primera vez que la conocí en el bosque. Pero su corazón podría ser el más sensible que conozca en toda mi inmortal vida

Las cosas cambiaron entre nosotros, claro, si se puede decir que hubo ese tal "nosotros".

Pero apesar de eso, ella se convirtió en algo esencial, en alguien importante para mí; aunque ella nunca se logre enterar.

No puedo explicar lo que siento en estos momentos por ella, bueno en realidad nunca lo podré. Ahora que Evangeline está lejos en las garras de Arkent aquellos sentimientos se han revuelto.

Necesito escuchar su risa, necesito sentir su olor, necesito ver sus ojos azules, necesito que su resplandeciente sonrisa alumbre mis días, necesito tocar sus manos, necesito oir su melodiosa voz, necesito sentir sus labios una vez más... Yo la necesito.

Cada parte de mí desea verla una vez más, aunque sea solo un segundo.

Pero hay alguien igual de importante en mi vida.

Misedna, ambas son totalmente distintas. Cada una con sus defectos y virtudes. La amo, no puedo negar lo que siento por ella. Pero la hija de Elrond nunca volverá y eso lo tengo muy en claro.