En mi sencilla soledad, nadie me escuchaba, nadie me sentía, nadie me ayudaba, estaba yo... Sola.
Pasaron unos segundos. Cuando escucho como las ramas de los arbustos se rompían.
Me giré en dirección del sonido.
Y lo veo.
Con su cara de preocupación. Y yo soy la causante de aquella sensación.
-Vete.- dije conservando la mayor tranquilidad.
-No hasta que me digas que te pasa.- dijo acercándose hacia mí.
-Alejate.- dije separandome de él.-Porfavor.
-¿Que te ocurre Evangeline?.- dijo tomándome de los brazos. Sus palabras demostraban preocupación al igual que su rostro.
-Déjame sola porfavor.- dije suplicante.
-Evangeline, porfavor, dime, me preocupas y no quiero que nada malo te pase.- dijo Legolas envolviendome en un necesitado abrazo.
Me quede inmóvil ante la acción del elfo que me acaba de romper el corazón aunque él no lo supiera y no tuviera la intención.
Pero todo fue mi culpa, tropecé con los encantos de aquel elfo silvano, me hice falsas ilusiones y ahora no podía sacarlo de mi mente aunque me lo propusiera.
-Eso no te importo cuando Misedna casi me mata... ¿Verdad?.- dije sacándole en cara lo de la mañana.
-¿Es por eso que estas así?.- preguntó desviando mi comentario. Al sentirme descubierta en cierta manera, rompí en abrazo.
-No.- dije buscando una excusa.- Es... Mi madre... Me enteré algo de ella.- mentí.
-¿Segura?.- dijo intentando entrelazar nuestros dedos.
-Si.- dije apartando mi mano de aquella acción por parte del elfo.
-Ven, volvamos, todos estamos preocupados por ti.- dijo Legolas con su inusual forma dulce.
-Tu ve, yo me quedaré un momento más, luego voy.- dije sentandome en la antigua roca.
-¿Prometeme que volverás?.- dijo poniéndose de cuclillas al frente mío.
-Yo... Lo prometo.- dije con esfuerzo intentando no caer una vez más.
-Te voy a estar esperando.- dijo Legolas. Yo solo asentí con un movimiento positivo de mi cabeza.
Legolas se levanto y se fue por donde había venido. Lo vi alejarse, la figura que hace unos minutos estaba al frente mío ahora se confundía con la oscuridad del cielo.
Si definitivamente, lo había perdido.
Y talvez... Para siempre.
Pero esa es mi decisión, una decisión firme y nada contradictoria.
Con el corazón en mano, decidí borrar cualquier sentimiento, aparte de la amistad, hacía Legolas.
¿Por qué?
Porque solía amarlo.
Talvez lo mejor sea que solo seamos amigos. Él ya tiene a ese "Alguien" especial. Y yo lo deje ir por voluntad propia.
Desde ahora, las cosas iban a cambiar, no malas pero tampoco eran las mejores.
Iba a ser una simple amiga de Legolas, evitaría cualquier acercamiento "Amoroso" Por ambas partes. Para no hacerme más ilusiones de las que ya tengo.
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Sus Ojos Fríos (Legolas)
FanfictionÉl nunca habia creido en el amor desde que la perdio. Desde ese día nunca fue el mismo de antes, todo en Él cambio pero lo que mas se noto fue su frialdad. Evangeline puede ser alegre y divertida aunque siempre es un dolor de cabeza cuando ella se l...