Narradora POV:-Camina -le gritó un orco a su prisionera.
Tan solo ella obedeció, hasta ahora no la habían golpeado ni mucho menos hubo una inspección cosa que le preocupó debido al animal que llevaba con ella.
Desde que sus amigos la entregaron a tales escorias no habían parado de caminar hacía las tierras de Mordor.
Los restos de agua en la tierra provocaban que la hija menor de Elrond se resbalara y se cubriera de lodo por todas sus ropas.
A ella no le preocupaba la alimentación de su conejo ya que conservó algunas zanahorias en su bolso. Lo que si estaba en juego era la seguridad de Hyellën.
Ella suponía que era de noche, las nubes negras que se alzaban sobre ella no le dejaba distinguir el tiempo en el que se encontraba.
Sentía miedo; sus manos le temblaban, sus pies le fallaban al caminar. Ella intentó cubrirse parte de su rostro con su capa negra para que no la vieran sollozar por su amigo.
Si, le dolía aquella perdida como si miles de dagas cayeran del cielo clavandose en ella.
Su respiración se hizo pesada cuando contempló con sus propios ojos una enorme torre que era la principal en todo el reino.
La torre de Arkent.
Un escalofríos recorrió por todo su ya débil cuerpo. Tenía que ser fuerte para lo que vendría. Ahora el punto crítico era como destruirlo.
Tragó saliva para calmar sus nervios; no lo logró.
-Ahora descubrirás lo que es la maldad en persona -dijo un orco cerca de su oreja.
-Ni que fuera Morgoth en persona, no le tengo miedo a ese hombre -dijo Evangeline siendo fuerte en sus palabras. Tenía que defenderse de alguna forma.
-Calla elfa estúpida -el orco le mandó una sonora cachetada en la mejilla de la doncella, la cuál la dejó sin defensas y se desplomó en la fría tierra.
-Sin ningún rasguño dijo el amo -le replicó otro orco.
Evangeline sin ninguna ayuda se levantó débilmente. Se fijó sigilosamente en el bolso.
Hyellën se había despertado debido al inpacto; felizmente ella había caído al lado contrario en el que se encontraba el conejito.
-Camina elfita -dijo un orco empujandola levemente.
Ella con esfuerzo continuó caminando en línea recta hacia la gran edificación.
***
-Déjame ir por ella -dijo intentando ser firme en sus vocablos.
-Ya lo hemos discutido -dijo el hombre-, te necesito aquí.
-Puedo rescatarla -dijo severamente-, aún hay tiempo.
-No, ella necesita cumplir con su responsabilidad.
El elfo dio un pesado suspiro en señal de rendición. Necesitaba verla. Aunque sea una vez más.
-No hay porqué preocuparse ni amigo, ella estará bien; se sabé cuidar -dijo Faramir apoyando su mano en el hombro de su amigo.
-Eso espero, Faramir -dijo Legolas dando un leve sonrisa.
***
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Sus Ojos Fríos (Legolas)
Fiksi PenggemarÉl nunca habia creido en el amor desde que la perdio. Desde ese día nunca fue el mismo de antes, todo en Él cambio pero lo que mas se noto fue su frialdad. Evangeline puede ser alegre y divertida aunque siempre es un dolor de cabeza cuando ella se l...