-Gracias por todo, Legolas.- dije dándole una sonrisa.-De nada Evangeline, sabes que siempre voy a ayudarte.- dijo Legolas.
Me acerqué a la otra esquina en la que estaban mis amigos, en cambió Legolas fue junto a Misedna.
Cuando llegué Emma me miraba con una sonrisa malévola.
-Es hora de arreglar cuentas.- dijo Emma de una forma graciosa.- Tu reto lo debes cumplir.
-Me he lastimado Emma, sé más comprensiva.- dije haciendo un puchero.
-Creo que un troll puede llegar a ser más comprensivo que Emma.- reprochó Lenner.
-Después de cortarle el cabello a Lenner, lo harás.- dijo Emma decisiva. Yo bufé y puse en blanco mis ojos.
Me senté al costado de Lenner para analisar su cabellera, era totalmente lacio de color negro azabache, las puntas finalizaban antes de llegar a los hombros.
-¿Empezamos?.- dije sacando una pequeña daga de mi bota.
-Si, aprovechemos que hay luz.- dijo Emma refiriéndose a la acogedora fogata que hicieron Gimli y Faramir.
-Emma, me dirás por dónde cortar.- dije levantándome y poniéndome detrás de Lenner. Mi amiga se puso al frente de él.
Le empecé a cortar pequeños mechones negros que sobraban. Pero no sabía que hacer con los cabellos ya cortados.
-Emma, me puedes traer un pedazo de tela, porfavor.- dije.
-Ya vengo.- dijo y fue en dirección a los pequeños hobbits.
Se veía que entablaban una pequeña charla, a los segundos, los tres se acercaron.
-Traje compañía.- informó Emma.
-Te verás muy gracioso Lenner.- dijo Pippin riéndose.
-Tomaré el riesgo.- respondió Lenner.
-Ten Evangeline.- dijo Merry dándome un pequeño pañuelo.
-Gracias Merry.- agradecí al hobbit.
Puse el pañuelo encima de una roca que estaba a mi costado, en el deposité los cabellos del humano.
-Continuemos.- dije volviendo a mi trabajo.
-Intenta no escuchar a Emma.- dijo Lenner.- Me podría intentar cortar una oreja.
Aquel comentario me hizo reír junto a los dos hobbits, mientras que Emma lo fulminaba con la mirada. Estaba que echaba chispas de sus ojos
Me concentré en mi pequeño encargo, los demás me observaban atentos esperando alguna falla mía, Emma de vez en cuando me daba direcciones para igualar el tamaño del cabello.
-Ya casi acabamos.- dije. Ya estaba apunto de cortar el ultimo mechón sobrante, cuándo no sé porqué, levantó mi vista y me quedo observando una devastadora escena.
Misedna se había quedado dormida en el pecho de Legolas, mientras que éste le acariciaba la mejilla muy dulcemente. Y con su otra mano, juguetaba con el cabello rojo de ella.
En un acto reflejo, corto a lo ciego el mechón restante. Cuando me doy cuenta de mi intrépida acción, revisó disimuladamente si había cortado erróneamente.
Por suerte mía y la de Lenner no me había equivocado. Al parecer nadie se había dado cuenta ya que observaban detenidamente el nuevo peinado de Lenner.
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Sus Ojos Fríos (Legolas)
Hayran KurguÉl nunca habia creido en el amor desde que la perdio. Desde ese día nunca fue el mismo de antes, todo en Él cambio pero lo que mas se noto fue su frialdad. Evangeline puede ser alegre y divertida aunque siempre es un dolor de cabeza cuando ella se l...