~ Capítulo 7 <3

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— Es una sorpresa
— odio las sorpresas
— las odias u odias el hecho que yo te de una — preguntó él mientras manejaba hacia la calle principal.
— las dos cosas, ahora dime a donde vamos o me bajo ahora mismo
— hazlo, quiero verte —dejó de mirar un instante hacia el frente para mirarme y sonreírme.
— eres un odioso
— y tú eres linda
— párale a tus dizque “halagos”, de ti suenan feos.
Me acomodé más en mi asiento. Admito que era un auto fantástico. Color plateado, un Toyota Yaris precioso. Los asientos eran de cuero negro, el piso estaba cubierto por una alfombra suave, como no se mucho de autos, puedo decir que es uno genial.
Por los siguientes diez minutos todo el auto estuvo en silencio. Agradecí eso hasta que él habló.
— ¿ya no tienes curiosidad por saber a dónde te llevo?
— no porque sé que no dirás nada, porque no quiero escuchar tu voz y porque sigo pensando una y otra vez como es que me dejé guiar por ti
— es el encanto Lee, linda
— oh créeme que no es eso
— bueno solo te digo que ya estamos llegando
— no me estarás llevando a un descampado o a un bosque solitario ¿verdad?
Rió.
— nooo, ¿por qué querría llevarte a un descampado? — justo un semáforo se puso en rojo y él aprovechó para mirarme.
— eh… yo... ¡yo no sé! Eso debes saberlo tú
— no te estoy llevando a esos lugares, es otra cosa.
El semáforo cambió a verde y de nuevo manejó.
Cuando estábamos por pasar un Starbucks al que siempre voy cuando estoy por el centro comercial me acordé.
— ¡MAMÁ!
— ¿Qué?
— Olvidé avisarle a mi mamá
— llámala
— eso haré.
Saqué mi celular de mi mochila y le marqué. Primera timbrada nada, segunda y a la tercera me contestó.
— ¡____ Summers dónde estas!
— eh mamá… estoy yendo a la biblioteca nacional
— y para qué vas hasta allá, está lejos
— lo sé pero es el único lugar donde tienen libros de física avanzada, perdón por no avisarte, fue cosa de último momento
— a qué hora regresas
— emm no sé… en la noche
— te quiero a las ocho en punto Summers ¿entendido?
— sí mamá
— bien, cuídate
— lo haré, adiós
— adiós.– colgué.
— así que a la biblioteca nacional ¿eh?
— no me molestes… no podía decirle la verdad
— ¿y por qué no?
— ah claro le diré “mamá estoy en el auto de un chico, ni siquiera somos amigos pero estamos yendo a un lugar secreto, él dice que es un sorpresa para mi” —dije en un voraz sarcasmo.
— ya, ya entendí — sonrió.
Odiaba mentirle a mamá.
Aunque pensándolo bien era la primera vez que lo hacía desde hace mucho tiempo. Exactamente 6 años atrás, cuando tenía 13 y tuve que mentirle porque me escapé de la escuela, mejor dicho no entré a clases. Fue lo más rudo que hice y me arrepentí, nunca más lo haría.
Sin darme cuenta el auto se detuvo.
— llegamos
— ¿ya? Pensé que nunca detendrías el auto — me desabroché el cinturón.
— está un poco lejos pero valdrá la pena
— si claro, cincuenta minutos de viaje no está muy lejos.
— ya Summers no empieces con tu sarcasmo
— ya te he dicho hace tres días atrás que no me gusta que me llames por mi apellido.
Él no me hizo caso.
Bajó del auto y yo lo imité.
Me vi frente a un edificio enorme, de veinte pisos, creo. Todo estaba cubierto por ventanas, la puerta era de esas giratorias. Voltee a verlo.
— ¿Qué es esto?
— Ven —iba a tomar mi mano pero yo la escondí en mis jeans.
Al ver eso él caminó delante de mí. Lo seguí.
Entramos a lo que parecía el lobby. Era gigante, sillones de cuero y estaban al frente de recepción donde se encontraba una señorita sentada.
Él pasó de largo hasta el ascensor. Entré detrás de él. Vi que pulsó el botón 13.
— ¿a dónde vamos?
— Es sorpresa ya te lo dije
— está bien, que aguafiestas eres.
— yo diría lo contrario — murmuró por lo bajo, pero logré escucharte.
Iba a responderle, pero él siguió hablando.
— por qué no dejaste que tomara tu mano — me miró, le miré. Me encogí de hombros.
— No me gusta
— ¿acaso otros ya te han tomado de la mano?
— eh...no… pero... — comencé a sonrojarme.
¿Por qué de repente preguntaba eso?
— entonces como puedes decir eso
— solo no me gusta
— no lo has intentado.
Se acercó a mí y tomó mi muñeca, con delicadeza, iba bajando poco a poco… estaba a punto de juntar su mano con la mía pero me retiré.
— no me gusta que tú lo hagas
— ahh... Entonces ahora entiendo.
El resto del tiempo estuvimos en silencio hasta que el ascensor se abrió. Él salió primero y luego yo.
Inmediatamente me vi rodeada de bastantes estantes y cuadros por doquier. Solo al medio había tres sofás, uno grande, uno mediano y otro pequeño, todos de cuero negro.
– bienvenida a mi biblioteca privada.
Me voltee bruscamente.
¿Qué dijo? ¿Biblioteca? ¿De él?.
— ¿qué?
— te dije que no era un bestia
— no pero… ¿tienes una biblioteca?
— ajá
— ¿acaso eres rico?
— acaso el auto, mi ropa y esto no responde a tu pregunta.
Me quedé callada, tenía razón.
Era rico, como no lo noté antes. Bueno sabía que tenía dinero pero no tanto.
Inconscientemente me acerqué a los estantes. Los libros me llamaban.
Wow… había de todo, obras literarias, libros de matemáticas, historia, física, arte, música, etc.
— veo que te gusto
— ¿bromeas? Me encantó… amo los libros, son lo más hermoso que puede existir.
— bueno a mí no me gustan mucho, solo los leo por obligación
— es porque no sabes nada, pobre mundano… no sabes lo que te pierdes — le miré con desprecio pero él rió.
— eres una obsesionada ¿sabes?
— ¿y? amo los libros y punto.
Seguí viendo los libros hasta que me detuve y me giré a verlo.
— ¿por qué me trajiste aquí? ¿Me quieres chantajear o algo? ¿A caso piensas comprarme con libros?
— estaba esperando a que preguntarás por eso y no, no es ninguna de tus suposiciones, solo me enteré que te gusta leer y decidí traerte aquí — se encogió de hombros.
— oh… pues no esperes a que te de las gracias
— no te preocupes, no lo espero
— y tampoco seremos amigos
— eso ya lo veremos.
Seguí mirando los libros y deseaba poder pedírselos prestados ¡pero no! No me rebajaría a eso, no le pediría nada.
— es tuyo
— ¿Qué? —me voltee nuevamente para verle.
— este lugar es tuyo
— no entiendo
— para ser nerd ¿no entiendes lo que te digo?
— ¡oye!
— te lo regalo, esté lugar, esta biblioteca ahora es tuyo.
Solo me quedé con la boca abierta y se me cayeron los libros de la mano.

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Gracias por leer!

Séptimo capítulo editado :)

La Chica Nerd ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora