~ Capitulo 37 <3

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— bueno ahora ya me voy —me di media vuelta y abandoné el parquecito.
Salí de la universidad y fui hacia el paradero. Me senté en una de las bancas a esperar el bus.

~: Sungmin: ~

Salí tras ella y me escondí para que no me viera. La observaba y no pude evitar sonreír como tonto.
Sabía que quería al peluche.
Se veía tan tierna hablándole y haciéndole cariños.
Estuve así por minutos hasta que llegó el bus y ella subió.
Vi al bus alejarse y salí de mi escondite.
Subí a mi auto.
Me quede un momento así, recostado en mi asiento con la cabeza hacia atrás y en silencio.
¿Qué es lo que siento?
No lo sé.
Miles de cosas pasan por mi cabeza pero no sé cuál es la respuesta.
La extraño, sí.
La quiero de vuelta a mi lado, sí.
Quiero sus besos y abrazos, sí.
Me siento celoso cuando la veo con otro chico y sobre todo con ese nerd, por supuesto que sí.
¿La quiero? Yo… yo creo que…
El sonido de un clackson me hizo despertar. Miré por el retrovisor y era otro auto queriendo avanzar. Rápidamente encendí el auto y lo puse en marcha.
El auto paso por mi lado izquierdo y para mi mala suerte me saco el dedo medio.
No le di importancia y seguí manejando.
Veinte minutos después llegue a casa.
Aseguré mi auto y entré.
— oh ya llegaste
— hola mamá, ¿la comida ya está?
— sí, ¿te sirvo?
— por favor
A pesar de tener dinero mi madre se encargó de no tener sirvientas ni nada de eso. Ella quiere ser una persona normal y por mi parte creo que está bien, no me afecta.
— anda a lavarte las manos
— está bien.
Subí a mi habitación. Tiré mi mochila al pie de mi escritorio y entré al baño.
Me lavé rápidamente y volví a bajar.
Encontré a mamá sentada en la mesa con la comida servida. Se veía delicioso.
Me senté a su frente y empecé a comer.
— ¡hey! Has dado las gracias por los alimentos —me reprendió mamá.
Lo había olvidado.
— lo siento —dejé los palillos y di las gracias por la comida para luego volver a comer.

Estuvimos en silencio por un momento hasta que mamá habló.
— hijo
— dime
— ¿no hay posibilidad de que vuelvas con ______?
— ¿qué? —la miré
— es que… la extraño.
Admito que me sorprendió la sinceridad de mi mamá pero sobre todo porque sentíamos igual. La extrañaba y mucho.
— mamá ya te he dicho como son las cosas
— pero, es que se llevaban tan bien, ella era dulce y tierna… definitivamente debió ser horrible lo que le hiciste para que ella se alejara así
— mamá por favor… 
— porque no me cuentas que sucedió exactamente
— ya te dije, las cosas no funcionaron.
Obvio tuve que mentirle. No podía decirle que hice una apuesta porque se decepcionaría de mí y tal vez me castigaría.
— entonces ya sabes lo que te dije
— si lo sé, si no es ________ que no traiga a ninguna otra chica a casa… ¿ahora puedo terminar de comer? —la miré serio. Ella asintió.
Al cabo de un rato terminé. Lavé mi plato y subí a mi habitación.
Me tiré en la cama.
Jamás traeré a otra chica que no sea ella… eso lo juro.

~: Tú: ~

— ya saben, no se olviden para la otra semana tienen que presentarme su informe sobre uno de sus filósofos favoritos… ahora ya pueden irse.
Y con eso acabó la clase de filosofía.
Guardé mis cosas y salí del aula.
— hey, espera —Hyuk se puso a mi lado —. Vamos.
Asentí y bajamos los tres pisos hacia el campus.
Llegamos a la salida de la universidad y abordamos su auto.
— y de quien harás el informe —me preguntó.
— aun no lo sé, tengo varios en mente, y tú de quien harás
— de Marx sin duda —sonrió.
— oh, entonces ese queda descartado de mi lista.
Él volvió a sonreír y encendió el auto.

Veinte minutos después me encontraba frente a mi casa.
— gracias por traerme, nos vemos luego —iba a abrir la puerta pero él tomó mi mano izquierda impidiéndome salir —. Que sucede.
Le miré.
— este sábado, tú y yo a las siete de la noche
— ¿eh?
Él volteo a verme ya que antes estaba con la mirada al frente.
— este sábado será ese día que te pedí
— ¡¿ah?! —abrí mis ojos aún más.
— sí y no faltes —soltó mi mano —. Ahora si puedes irte.
Me quedé como tonta viéndolo.
Este sábado ¿saldríamos?
¿Tan pronto?
— eh… eso quiere decir que este sábado tendremos… ¿una cita?
Él sonrió y asintió.
— así es y ya cierra esa boca o entrarán moscas.
Inmediatamente la cerré.
— a… adiós —le dije.
Bajé de su auto y entré a mi casa.
Este sábado… este sábado a las siete de la noche tendría una cita con Eunhyuk.
Tragué saliva.
¡Y hoy es viernes! Es decir, mañana es la cita.

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Subiré hasta el capítulo 40 :)
Gracias por leer!

Capitulo treinta y siete, editado :)

La Chica Nerd ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora