~ Capítulo 60 <3

470 17 0
                                    

~ Una semana después ~


Metí el último libro que me faltaba en la mochila, la cerré y la puse sobre mi hombro derecho.

Me despedí del profesor y salí del aula. Eunhyuk quedó de esperarme en el estacionamiento para llevarme a casa.

Estaba por llegar al ascensor cuando él se puso delante mío.

— ¿por qué me estas evadiendo?

— no tengo tiempo para hablar, permiso —pasé por su lado y presione el botón para que el ascensor se abra.

— qué fue lo que hice, dime… desde ese día estas así, no quieres verme, hablarme y cuando me cruzo en tu camino me esquivas

— Sungmin basta —empecé a mover mi pie izquierdo en desesperación.

El ascensor se quedó atascado en el piso 7 ¿o qué? Yo estaba en el 5 piso.

— no, quiero saber por qué ese cambio

— cuál cambio, que recuerde siempre he actuado de esa manera contigo

— pensé que… que después de esa noche todo cambiaria

Sonreí de lado.

— ¿en serio? ¿De verdad pensaste eso? —le miré.

Él asintió.

— eres un estúpido por creerlo

— ¿qué?

— lo que me hiciste no es fácil de olvidar, ya te lo dije

— ¿entonces por qué te quedaste esa noche?

Mis manos empezaron a sudar y ese maldito ascensor que no bajaba.

— yo… yo estaba algo sensible esa noche

Él bufó.

— si claro, si quieres engañarte bien por ti pero yo no te creo

— no me importa si me crees o no, solo mantente alejado de mi

— no puedo, ya te lo dije, te quiero

— no mientas

— por qué mierda no me crees, he hecho de todo por remediar lo que hice

— tal vez no fue suficiente —y el ascensor se abrió.

Para mi buena suerte estaba algo lleno por lo que él no pudo entrar. El ascensor fue cerrándose y él no quitaba su mirada de mí. Una vez que se cerró lo único que veía era mi reflejo en ella.

Si se preguntan porque actuó con él de esa forma, todo fue esa mañana en la que Eunhyuk vino a recogerme.

~ Flash Back ~

— pensé que ya no salías de esa casa —me dijo.

— primeramente, buenos días ¿no crees?

Él sonrió.

— lo siento, buenos días —encendió el auto y empezó a manejar hacia mi casa.

— y cómo dormiste —me preguntó.

— eh… bien… digo bien porque la cama era suave no por él, no pienses eso

— no lo hago —se defendió pero sé que estaba mintiendo, por la forma en que presionaba el volante.

El resto del trayecto estuvo en un incómodo silencio. Él se dedicaba a manejar y yo a observar por la ventana.

Aún recuerdo como me atreví a besarlo, sus labios seguían siendo suaves, su cabello hermoso, sus ojos…

La Chica Nerd ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora