Corazones Del Olimpo: Hija de Cupido DISPONIBLE HASTA EL 30/11/24

CP7:UN CHICO INTERESANTE

La semana pasó tan rápido que, cuando me di cuenta, ya era viernes.

El reloj despertador que Coraline nos regaló comenzó a sonar, indicando que era hora de levantarnos. Et fue el primero en ir al baño, mientras yo buscaba qué ponerme. Era una mañana fría pero soportable, así que opté por un suéter gris y una bufanda para cubrir mi cuello.

Cuando ambos estuvimos listos, bajamos a desayunar junto con Coraline y Matt.

Coraline tenía razón. Solo fue cuestión de tiempo para que Matt nos cayera bien. Aunque al principio parecía distante, con el tiempo demostró ser un buen chico. Quizá no sea el más gracioso, pero cuando se lo propone, puede hacerte reír.

-Buenos días -canturreó Coraline mientras colocaba el desayuno en la mesa.

-Buenos días -respondimos Et y yo, casi al unísono.

Nos sentamos y comenzamos a comer.

-Hey, Ethos, hoy tenemos práctica de rugby, y el entrenador quiere que asistas -comentó Matt, llevándose una tostada a la boca.

-¡Felicidades! -dije, dándole un codazo a Et. Él simplemente sonrió y comenzó a reír.

---

Al llegar al instituto, a diferencia del primer día, no pasamos desapercibidos. Et, por su parte, fue rápidamente rodeado por varias chicas, mientras que yo recibía algunos silbidos y comentarios halagadores por parte de los chicos.

-¡Axelia! -gritó Sofía entusiasmada mientras me abrazaba efusivamente.

Esta chica, en poco tiempo, había logrado ganarse mi cariño. Siempre dispuesta a ayudar y con una energía contagiosa.

-¡Sofí! -exclamé, devolviéndole el abrazo.

-Hola, Ethos -saludó Sofía al castaño-. Escuché que el entrenador Finnick quiere reclutarte para el equipo.

-¡Hey, hola! -respondió Et, con una sonrisa. -Pues, no estoy seguro, pero sería genial si es cierto.

Sofía se sonrojó de inmediato ante la sonrisa de Ethos. «¿Son ideas mías, o Sofía está interesada en Et...?», pensé, aunque no dije nada.

Aclaré mi garganta para llamar la atención.

-Sofí, será mejor que caminemos, la clase está por empezar.

-¡Es cierto! Además, como presidenta del grupo, debo dar el ejemplo -dijo, colocándose una mano en el pecho mientras miraba algo a la distancia.

Seguí su mirada, pero no vi nada en particular. Vaya, Sofía podía ser un poco extraña y dramática a veces.

---

El timbre del descanso sonó, y nos dirigimos a la cafetería.

-¿Qué quieres comer? -me preguntó Sofía.

La verdad es que aún no estaba familiarizada con la comida mortal, así que dejé que ella decidiera por mí.

-Lo que tú pidas estará bien para mí.

***

Y así fue como terminé con una hamburguesa doble de carne y papas fritas en mi bandeja.

-¿Estás bien? -preguntó Sofía.

-Mmm, sí... Creo... ¿Cómo se supone que me coma esta monstruosidad?

-¿Nunca habías comido una hamburguesa doble? -preguntó ella, sorprendida. Negué con la cabeza.

Había probado carne y pan, pero nunca de esta forma.