CP18: SIBILA

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-Esperen un segundo -interrumpió Sofía-. ¿Qué son las sibilas?

-Las sibilas son seres capaces de ver el futuro, pero se dice que ya no quedan muchas -respondí, mientras Luca asentía con seguridad.

-¿O sea que tu plan es buscar a un ser que posiblemente no exista para que les diga el futuro? -preguntó Sofía, dirigiéndose a Luca con una ceja alzada.

-No "posiblemente". Ellas existen -respondió Luca con firmeza.

Sofía suspiró y luego añadió: -¿Y cómo piensan hacerlo? Porque, si mi memoria no me falla, ni tampoco mi geografía, Grecia no queda justo al lado de Londres.

Luca la miró con una sonrisa divertida.

-¿Acaso olvidaste que somos seres divinos? -dijo burlándose-. Para eso existen los portales. Con uno, será pan comido. Si partimos hoy, quizás volvamos mañana, o incluso esta misma noche, todo depende de cómo marchen las cosas.

-Había olvidado lo de los portales -murmuró Sofía.

-Pero hay un problema -intervino Ethos-. Como ya le comenté antes a Luca, los portales tienen sus limitaciones y no se encuentran en todas partes. El más cercano a las cuevas de Cumas está en la ciudad de Eritras, lo que significa que tendremos que caminar unas dos horas para llegar a las cuevas.

-Caminaremos entonces, no tenemos otra opción -dije con determinación-. Saldremos después de clases.

Luego, miré a Sofía y le sonreí-. Pero, por ahora, es tiempo de comer. Saca esos sándwiches que muero de hambre.

Sofía rió.

-Espero que hayas traído suficientes porque yo también muero de hambre -dijo Luca acercándose con una sonrisa.

-Solo tenemos los nuestros, pero puedo compartir el mío contigo -ofreció Sofía.

-No te preocupes, yo le daré el mío -dije, extendiéndole mi sándwich a Luca-. Puedo comprarme otro luego.

-Muchas gracias -dijo Luca, aceptando el sándwich con gratitud.

-¿Y a mí no me darás? -se quejó Ethos, poniendo una cara de súplica y señalándose a sí mismo-. Al menos que Luca quiera compartir...

-Olvídalo -dijo Luca, serio-. Puedes conseguirte uno tú solo.

-Sofía, ¿me darás parte del tuyo? -continuó Ethos con su puchero, intentando convencerla.

-Por más que te veas adorable con esos pucheros, yo también tengo hambre -respondió Sofía mientras mordía su sándwich.

Luca soltó una carcajada.

-Te han rechazado, amigo -se burló.

Sofía se sonrojó al escuchar el comentario, y Ethos, al darse cuenta de su torpeza, intentó enmendarlo.

-No es que me haya rechazado... y tampoco es como si me gustara... -balbuceó Ethos, poniéndose aún más nervioso.

Luca solo reía más fuerte ante las torpes palabras de Ethos, mientras Sofía seguía sonrojada, y yo los observaba divertida.

-Quiero decir, no es que seas fea, Sofía. Eres muy linda, pero... -siguió Ethos-. Mejor me callo y voy a la cafetería por un sándwich.

Se levantó apresuradamente, dejándonos a todos allí entre risas.

-Bien, Et y yo salimos del instituto en tres horas. Nos vemos en el bosque -dije, intentando cambiar el tema.

-De acuerdo -contestó Luca antes de desaparecer tras morder un trozo más de su sándwich.

Corazones Del Olimpo: Hija de Cupido DISPONIBLE HASTA EL 30/11/24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora