Sofía. Una hora humana antes.
Nos encontrábamos en la mesa de la cafetería; Ethos había llegado con su bandeja y se había sentado justo a mi lado.
Sin poder evitarlo, los nervios me invadieron y terminé mirando fijamente mi bandeja. Podía sentir cómo mi cara comenzaba a arder. Levanté la mirada de nuevo, y me encontré con Lia, quien me observaba con una sonrisa cómplice. ¡Oh, dios santo! Mi cuerpo reaccionó de inmediato, haciendo que me sonrojara aún más.
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El timbre de salida había sonado, y rápidamente salí del salón en busca de Axelia. Necesitaba hablar con ella.
Caminé hacia la salida del instituto y la encontré justo en la puerta. Iba con Ethos, y parecía que ambos tenían prisa. Logré alcanzarlos y me coloqué frente a ella.
-Lia, ¿puedo hablar contigo?
-Tendrá que ser después, tengo algo importante que resolver -dijo con urgencia, intentando continuar su camino, pero la detuve.
-¿Qué es lo que harán? Al menos déjenme ir con ustedes.
-Sofía. Tengo algo importante que resolver, y por tu bien, es mejor que te alejes -su tono era tan serio que me provocó un escalofrío. Nunca había visto a Lia tan determinada, y la intensidad de sus palabras me dejó sin respuesta.
Quería protestar, pero ella ya se había marchado con Ethos a su lado.
-¿Qué estará sucediendo? -pensé. -¿Será que los sigo o me quedo aquí con la intriga?
Lia se veía muy preocupada, y una parte de mí temía que estuviera en problemas. Tal vez por eso no quería decirme nada. Un gran debate se desató en mi cabeza, pero al final decidí seguirlos.
Los seguí a una distancia prudente. Todo parecía normal hasta que entraron en el bosque.
-¿Pero qué rayos...? -susurré para mí misma, sorprendida.
Continué siguiéndolos hasta que llegaron a un riachuelo. Me oculté detrás de un árbol lo suficientemente grande como para cubrirme mientras los observaba.
Se acercaron a la orilla del río y escuché a Ethos decir:
-¿Estás preparada?
-Sí. Estoy lista para volver a casa -respondió Lia con seguridad.
¿Volver a casa? ¿Qué clase de broma es esta? pensé, atónita. ¿Acaso no estaba en problemas?
Ambos se tomaron de las manos y comenzaron a caminar por el agua. De repente, una luz cegadora iluminó el cielo, conectando con el río como un rayo.
Un portal apareció frente a ellos, y sin decir nada más, Lia y Ethos lo atravesaron.
La luz desapareció junto con ellos.
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Axelia. Seis horas humanas después.
Cuando volvimos a la Tierra, el bosque estaba sumido en penumbras. La única luz visible era la de la luna, que brillaba tenuemente entre las ramas de los árboles.
A la orilla del río, se podían ver pequeñas hadas del agua, con sus cuerpos resplandecientes y alas delicadas. A pesar de su apariencia frágil y encantadora, sabía que podían ser peligrosas si te acercabas demasiado.
Una de ellas se acercó a mí, y sentí una necesidad abrumadora de tocarla.
-No las toques -la voz de Luca interrumpió mi impulso-. Harán todo lo posible por encantarlos y robarles su poder.
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Corazones Del Olimpo: Hija de Cupido DISPONIBLE HASTA EL 30/11/24
FantasíaDISPONIBLE TODAS LAS PARTES HASTA EL 30/11/2024 POR PUBLICACIÓN EN UNA PLATAFORMA DE PAGO ¿Qué pasaría si fueras hija del Dios del Amor? Axelia, segunda hija de Eros y Psique, fue concebida en la casa de Afrodita, lo que la convirtió en una diosa de...