Universo Infinito

Capítulo I: Un Gran Inicio

Era una mañana tranquila el inició de la primavera, otro año escolar comenzaba, el sol brillaba como nunca, los pájaros entonaban una hermosa melodía, las flores eran más hermosas que nunca, todo parecía felicidad...excepto para los escolares que regresaban a clases, algunos querían seguir en su acogedora cama, otros no encontraban sus útiles, y unos pocos ya estaban listos y camino a la escuela.

Omar

Otro gran año comienza...¿A quién engaño?...pues creó que a mí, me he levantado temprano si razón alguna,eran las 6:14 am el despertador aún no sonaba, era un milagro en todos los años anteriores siempre me despertaba, claro hoy es el inicio de clases, el día esperado por muchos padres,por fin se libran de las travesuras de sus hijos por ocho horas, además es el primer día de clases de secundaria para mí, sólo sé que este será un largo 2013...y yo con apenas 12 intentaré sobrevivir.

Estuve distraído hasta que mi madre hizo su peculiar:

-¡Omar ya es hora de levantarse!

-Ya estoy despierto.- le repuse bostezando un poco.

-Entonces alístate que te haces tardes.-cerró la puerta con una pequeña brusquedad.

Pero tenía razón,pensé demasiado ya eran las 6:45 de la mañana el despertador estaba apunto de sonar, claro que lo apagué antes de que hiciera su bendito ruido, jaque mate despertador.

-Bien Omar es hora de comenzar un nuevo año.-me lo decía a mi mismo mientras me dirigía a la ducha, pero de repente...

Ring Ring Ring

Era el ruido del despertador, el maldito al parecer estaba poseído pues yo ya lo había apagado, me acerque lentamente a él y lo apague de nuevo sin miedo,pues era un maldito escéptico no creía en fantasmas ni en extraterrestres, solo creía en el conejo de pascuas,el hada de los dientes, Santa Claus, etc.

-Reloj del demonio.-dije mientras lo lanzaba por la ventana.

Sin mas distracciones me di una ducha,luego de secarme abrí el armario saque la típica camisa blanca, el pantalón azul noche, la corbata roja y el saco también azul noche, parecía que iría a una boda o a un gran evento pero no,me vestía para la escuela.

Luego de arreglarme bien tuve que perder valiosos segundos arreglándome el cabello y lustrando los zapatos negros, al fin y al cabo los zapatos ni los ven y mi cabello es confundido de color pues con la luz del sol era castaño y sin ella era oscuro. Mientras pensaba un poco volví a escuchar los gritos de mi madre, esta vez estaban más alterados.

-¡Ya voy!.-respondí.

Al ver mi reloj de mano me día cuenta que ya eran las 7:10 de la mañana, tome mí mochila metí cuatro cuadernos,todos cuadriculados,dos lapiceros, uno rojo y uno azul,una regla, y cuatro folders tamaño oficio, pues no era como otras escuelas, la mía tenía primaria y secundaria,y además el primer día de clases,hacíamos clases.

Corrí con mi mochila hacía el primer piso, llegué a la cocina, bebí mi desayuno de un sorbo, me despedí de mis padres,y cerré la puerta marrón de mi casa, al salir de mí jardín cerré las rejas, lo bueno de salir temprano es que Oki-chan no me perseguirá, pero para evitar problemas salí en mi bicicleta, ese sabueso puede ser rápido pero mi «bici» es más rápida.

[...]

-Bien solo faltan unas cuadras, y tengo quince minutos de sobra.-esperaba a que el semáforo cambie, cuando de repente.

-¡Oh no,mi discurso!.-escuché a lo lejos.

La dueña de esa frase era una chica, que parecía de mi edad, estaba en la acera de enfrente, a su lado estaba un chico, y por los aires volaban los papeles, era raro que corra un viento fuerte en primavera, malditos caprichos de la madre naturaleza.