Capítulo III: Resurrección

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~En algún lugar de la Antártida~


-Teniente logramos extraer los paquetes a la perfección.

-Muy bien, lleven al sujeto número doce con el forense y a el objeto número catorce con los ingenieros.

[Media hora después]

-Es increíble, el sujeto número doce acaba de dar síntomas de que tiene pulso.

-No me diga que encontramos al capitán Rogers...por la cara que puso no entiende a lo que me refiero, ¿Verdad?

-Cabo Connor, usted está aquí para anotar todo lo que le diga, no para que haga tontas referencias.

-Lo siento señor...~(la alarma de seguridad se activa)~¡La alarma! Algo debe de estar sucediendo en la base.

-No ahora que estoy apunto de hacer un gran descubrimiento.

-Bueno nadie podrá atravesar esa puerta. (Recarga su arma)

-Si nadie puede atravesar esa puerta, porque recargas tu arma.

-Por seguridad...

(La puerta cae después de una explosión)

-¡¿Qué demonios está pasando?!

(Ambos se sorprenden de ver a alguien frente a ellos)

Pekk

(No sé encariñen conmigo, sólo vengo a aclarar las cosas)

Recapitulando, me enfrente por primera vez al miserable humano hace unos años mientras defendía mi sector con mis compañeros.

Sobreviví y fui el plan de respaldo de mi jefe, Samyaza. Cree un plan infalible para acabar con el humano, pero el maldito se hundió conmigo.

Ahora desperté en rodeado de varios sujetos con baras blancas. Obviamente, acabé con todos, aún no sabía dónde estaba, pero de lo que estoy seguro es que si yo salí del hielo, el insecto también debió salir, así que debo encontrarlo y matarlo.

Luego de matar a esos tipos en batas, rompí la puerta y una alarma empezó a sonar, enseguida varios militares me rodearon, ahora sé que estoy en una base militar, no sería la primera vez.

Luego de recorrer muchos pasillos y acabar con lo que se me interpusieron, rompí un puerta a balazos. Habían dos sujetos...y mi objetivo...estaba parado frente a mi, estaba cabizbajo. Levantó poco a poco su rostro, tenía la mirada diferente, está influía terror. Lo apunté y...

Alexander (Omar)

Recuperé la conciencia. Podía escuchar a dos tipos hablando, que me recuperé del todo y los mataré.

-Es increíble, el sujeto número doce acaba de dar síntomas de que tiene pulso.

-No me diga que encontramos al capitán Rogers...por la cara que puso no entiende a lo que me refiero, ¿Verdad?

Bonita referencia, le perdonaré la vida a ese sujeto. Cosas así dibujan una sonrisas en mi rostro.
Pasaron unos minutos, ya iba recuperando el movimiento en los dedos. Una explosión me despertó por completo, me puse de pie en menos de  tres segundos. Me paré enfrenté de los tipos que tuvieron la charla antes, debido a qué pude sentir la presencia de alguien con quien quería vengarme.

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