Capítulo II: Recuerdos

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Mathias

—Para ti soy el novio de ella, gracias por esto-dije lo más cortés que pude y cogí los papeles.

—Ay no puedo creer que aún se confundan términos, primero serían enamorados, novios…—bla bla bla, el maldito no dejaba de hablar, tenía ganas de cerrarle la boca con un buen golpe, pero tiene suerte se que ella este aquí.

—¡Tonto!.—sus palabras me hicieron volver a la realidad, ya que al ignorar al estúpido que tenía delante me perdí en mis pensamientos-No le hagas caso…él y yo sólo somos mejores amigos.—¡Wow,wow,wow! ¿Mejores amigos?…esto no puede estar pasando…

Me quedé en «shock» luego de oír esas palabras, y no me imagino la cara que debí de haber puesto, ya que el maldito no podía aguantar la risa.

—Bueno un gusto conocerlos...me gustaría volver a verte.—ese insecto le sonrió, le dio su valioso discurso y se fue, esperen acaso el dijo: "volver a verte",ja, está muy equivocado, hoy tuvo suerte, pero no volverá a pasar…

[…]

Llegamos a tiempo…ocho en punto, el chofer del autobús debe sentirse orgulloso de si mismo, no sé porqué no buscamos una casa más cerca a este colegio.

Al entrar al salón el profesor ya nos esperaba, dio un saludo a todos, pero uno especial para Ahmeliha, su hija, y la invitó a pasar a que lea su discurso, un discurso que eh escuchado mil veces, ya que la oí prácticar, mas bien me obligó a oírla; como lo esperaba el discurso fue un éxito, todos la aplaudieron, yo la iba a felicitar personalmente cuándo regresara a su asiento, ya que yo me senté en la carpeta de alado, pero su papá, digo el profesor no me queria en ese asiento y me mandó al otro lado del salón,éste día no podría ser peor.

Lo único bueno de este día es que no volvimos a ver a ese rufian de la bicicleta, además no creó que estudie en esta escuela, queda al otro lado de la ciudad, o sea quince minutos en autobús desde donde nos topamos con ese insecto, y no creó que su bicicleta vaya tan rápido como para hacer ese recorrido.

[…]

Han pasado dos años desde ese funesto día, donde cuatro palabras destrozaron mi corazón lentamente, "es mi mejor amigo", esa frase daba vueltas en mi mente, no pude dormir por tres días enteros, pero nunca me daré por vencido…Ahora es momento de lucir mis habilidades de científico, en esta feria de ciencias escolar, el artefacto que construí de seguro la impresiona y se enamora de mí.

—Mathias, ¿Aprendiste tu parte de la exposición?

Dije lo que construí, diré lo que construimos entre ella y yo, aunque yo hice la mayor parte.

—Porqué si no lo hiciste le diré a los jueces que lo hice yo sola.

Bien ella hizo casi todo, pero desempeñé un papel importante para el proyecto.

—Bueno te encargo el proyecto, no toques nada, ¿Entendiste?.—me miró fijamente, pude sentir la intensidad de su mirada, era como si me estuviera derritiendo con visión láser.

Me quedé solo con el proyecto, una especie de separación de agua y sal, lo único qué sé es que es único en está feria y solo Ahmeliha sabía su nombre.

—Demonios Ahmeliha,¿A dónde fuiste? Ya me aburrí de estar aquí…Ya sé conectaré los cables a la batería para que vaya calentando.—susurre mientras cogía los cables.

—Si eso es lo que creo que es…será mejor que no conectes esos cables.—dijo un poco serio mientras se arreglaba los lentes, genial de seguro era un nerd que venía a aburrirme con conocimientos.

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