Capítulo XXVII: The Revenge

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Omar

—No tan peligroso…como yo.—saltó de uno de los árboles.

—¿Y quién es este sujeto?—pregunto Mathias.

—Gem…protegelos.—la miré se reojo y di unos pasos al frente.

—Después de acabar contigo, los mataré a ellos así que no tienes que preocuparte por eso.—río con maldad.

—Eso lo veremos…—suspire.

—La última vez casi ganas por Warsox, pero esta vez no te daré…¡oportunidad!—se lanzó al ataque y mientras estaba en el aire se transformó, o reveló su verdadera forma.

—¡Oh por todos los cielos, que diantres es eso!—dijo aterrado el joven.

—¡Aún siguen aquí!—los mire de reojo y detuve es golpe de Samyaza, o eso creía, por el impulso que tomo logró romper mi defensa, luego con una rápida patada hizo que me estrelle contra los árboles.

—Ahora siguen ustedes.

—No lo creo…—hizo unas círculos de energía en forma de escudo.

—¡Esto aún no se acaba!—salí de entre los árboles y golpe su rostro.

—Eres un maldito insecto…—se limpio la sangre del labio.

Con una pequeña mirada hice que Gemma retirará a los demás a un lugar seguro, la batalla se reanudo, golpe tras golpe las ondas expansivas iban haciendo un cráter en el suelo, aunque Samyaza este en su forma "demoníaca" no estaba siendo rival para mí, además ahora podía controlar las energías gracias a Zeus, en mi estado base lo estaba derrotando fácilmente, realmente esto parecía un juego para mí…hasta que…

—Ya rindete Samyaza, y entregatr a la orden angelical.—lo miré fijamente.

—No puede ser posible…solo eres un humano.—escupió un poco de sangre y cayó de rodillas.

—Fin del juego…—rodeé mi puño de energía para noquearlo, pero algo me sorprendió.

—Por fin te encuentro solo.

—¿Eh?—intenté girar a ver de donde provenía la voz, digo intenté porque no me dejó girar.

—Está es mi venganza.—apareció de la nada y golpeó mi rostro.

Su golpe me hizo volar entre las copas del arbol, la caída fue menos dolorosa.

—¡Te mataré!—salió desde las ramas, tenía una pequeña esfera de energía en la mano derecha.

—No saqué cita con la muerte hoy.—me impulse con las manos y di unos saltos hacía atrás, en ese instante él impactaba contra el suelo.

Una gran nube de polvo se levantó, las pequeñas piedras salían disparadas por todos lados; el tipo salió de la nada de entre la nube de polvo, su objetivo esta claro…matarme si o si.

—Ah centellas…—bloque su puño con mi puño, el impacto formó un gran cráter al alrededor de nosotros.

—No eres rival para mí.—decía mientras bloqueaba sus golpes.

—Entonces porqué no logras darme un golpe.—lo miré fijamente y detuve su puño.

—Es elemental mi querido Josmar.—bajo un poco su sombrero de copa y sonrió.

—¿Josmar?—lo miré confundido.

—¿Estás sordo o qué?—logró soltar su puño.—Ahora te mostraré mi verdadero poder.

Cuando dijo eso el piso empezó a temblar, las piedras empezaron a flotar, y el joven desprendía una aura color morada.

—¡Siente mi ira!—se lanzó al ataque.

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