Capítulo X: El Emisario

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Mathias

-Dime... ¿qué sentiste al verlo?- me miró de reojo, luego siguió contemplando el horizonte.

-Ira...furia...-toqué su hombro.- Pero en ese momento entendí que eso no hubiese sido lo que él quería...No soy un héroe, solo fui su vengador...-intenté animarlo.

-Lo sé...no eres un héroe...solo quisiste vengar su muerte...estuviste dispuesto a todo, y cuando lo tenías frente a ti, no lo vengaste.

-Porque cuando lo vi a los ojos, vi un gran tormento, tarde o temprano ira a las fosas del hades...-murmuraba al frotar mis manos.- Además solo me queda por tomar una vida más...

- Me despierto en las madrugadas recordando lo que me dijo..."Si yo puedo hacer algo para que dejará de molestar a los indefensos"...-su voz se quebró.-Él pensaba que le debía a este mundo, quería pagar sus deudas, lo que no sabía es que este mundo le debía a él...

-Creo que puedo hacer algo...pero ahora debo de preguntarte, ¿Quién es el tipo extraño que estuvo contigo?

-Realmente no lo sé.- se quedó en silencio.-Apareció de la nada, le pedí ayuda y su respuesta fue "¿Puedes verme?"...luego de eso se inclinó ante mí y me dijo "lo siento joven Blacke no lo había reconocido"..."una lástima pero él ya se ha ido", al oír esas palabras me quede helado...luego llegaste tú...

-Mathias...Blacke...-agache la cabeza.- Esto se va a poner feo...era un heraldo de la muerte...hace tiempo que no la he visto, se dice que desapareció, pero sus heraldos siguen su función...

-Me gustaría entender lo que hablas...pero solo soy un humano...y tú...bueno no sé lo que eres, tienes un gran parecido a Omar, pero primero te haces llamar Alexander y luego Almar...-intentó sonreír.

-Mi nombre es Alexander...-sentencie fríamente. Adopte el nombre de Almar por Jean Pierre, pero ya pasó.- Y vengo del planeta Iluminaid...y aunque no lo creas somos más parecidos de lo crees...-le di la espalda y empecé a caminar.

-Ambos somos mortales...solo una cosa más...quiero que le hagas saber esto a Omar...él también es culpable, Jean Pierre dijo que lo salvó, y él no pudo salvarlo...

Seguí mi camino con lágrimas recorriendo mi mejilla. Después de todo, Omar si sabía lo que había pasado. Y fue el quien me detuvo, porque yo si hubiera matado a ese sujeto.

[...]

-¿Ya averiguaste lo del aura?-se llevó una cucharada de cereales con leche a la boca.

-Sí...la batalla final está más cerca de lo que creemos...-me puse mi abrigo.

-¿A dónde vas?-se puso de pie.

-A detener a Arkin...-abotoné mis mangas.

-¿Acaso sabes dónde está?

-Está a punto de salir de su escondite...ya llame su atención.

-Espera...acaso estuviste ayudando a la ciudad, para que Arkin salga de su escondite... ¡¿y no por tu amigo?!

-Atrapé al responsable...-sacudí un poco las magas.-No puedo devolverle la vida...no me pidas más...-lo miré fijamente.

-Tú realmente estas fuera de onda...-se interpuso en mi camino.

-Solo quiero tomar una vida más...así que no te metas.-aparté su brazo.

-No puedo creerlo, me niego a aceptarlo... ¡Pensé que habías cambiado! Pero sigues siendo el mismo patán de siempre.

-Tú no me conoces...-susurré a su oído y golpe su nuca para que quedará inconsciente.

-Tú...tú eres despreciable...-fueron sus últimas palabras antes de caer.

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