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Lucifer

-Padre, ¿qué es el bien y el mal?

-Son cosas muy distintas, cosas que rigen este universo. Estas estuvieron aquí desde el principio. Ambas están en equilibrio. Estas entidades se manifestaron en tres seres.

-¿Y qué soy yo?-pregunté dudoso.

-Veo duda en tu interior hijo mío-me miró fijamente- Sabes, hay una lucha en mi interior. Una batalla terrible entre dos "Lodracs". Uno es el mal. Es la ira, la envidia, los celos, el dolor, la avaricia, la arrogancia, las mentiras, el orgullo, la lujuria...y el ego. El otro es el bien. Es la paz, el amor, la humildad, la serenidad, la generosidad, la bondad, la empatía, la verdad...y la esperanza. Tú y tu hermana, ambos tienen esa misma lucha en su interior. Y dentro de todos los seres esta esa lucha...-sonrió y volvió a entrar en ese gran silencio que lo caracteriza.

- ¿Y qué Lodrac gana?-lo miré fijamente.

De seguro no saben qué es lo qué está pasando. Me tomaré las molestias de explicarles. Primeramente, mi nombre es Lucifer. Soy el amo de este universo. No entraré en detalles de cómo lo conseguí. Eso será otra historia. Aunque me desvié del tema, iré al grano. Mi padre es el creador del universo. Mi hermana, Aurelia, era la princesa del universo. Y yo, yo debía de ser el príncipe del universo, pero fui desterrado. Sin embargo, pude recuperar mi derecho.

Lo que pudieron apreciar es un recuerdo mío de cuando hablaba con mi padre. Algo que no hacía mucho. Un recuerdo muy difuso. Además, no está tan claro, debido a que no logro recordar toda la charla.

[...]

-Eres un grandísimo estúpido-intentó ponerse de pie.

-Rosmar, Rosmar, Rosmar, tú eres el estúpido-lo empecé a pisar con odio, luego de cansarme lo pate contra un risco.

-Nunca podrás ganar...Lucifer-dio un ágil salto e intento golpearme.

-Eres muy lento, por eso no pudiste hacer nada-cree una cuchilla con el aura oscura en mi mano derecha y atravesé su pecho.

Su grito resonó en mis oídos. También, espero que este grite se escuche en todo el universo. Así se sabrá quién manda.

[...]

Esto es mi recuerdo de la batalla contra Rosmar. Ese infeliz fue el causante de mis desgracias. Por eso pagó muy caro su osadía. En fin, esto pasó cuando tenía dieciocho años (edad terrestre), once años después de esa charla con mi padre.

[...]

-Maldito, ¡¿Por qué lo hiciste?!- exclamó lleno de ira.

-¿Creíste que te iba a hacer caso, Josmar?-sonreí confiado-Después de todo tú no eres más que mi sirviente.

-Tú...tú te atreviste a lastimarla... ¡No te lo perdonaré!-liberó una gran cantidad de energía y se lanzó a atacarme.

-Nunca fuiste capaz...-lo miré con desprecio y lancé una pequeña esfera de energía, esta tenía un poder igual a una súper nova.

Así es, un pequeño salto en el tiempo, pues no quiero contar mucho de mi vida. En consecuencia, iré al hecho central, puesto que ese fue el recuerdo de mi batalla contra Josmar. Otro que quiso quitarme mi legítimo trono, pues desafío y rompió mis leyes.

[...]

Finalmente, llegamos a la actualidad. Por fin me liberé de mi prisión. En otras palabras, es momento de reclamar lo que es mío por tercera vez. Y esta vez nadie podrá detenerme. Ni Miguel, ni el elegido, tengo el camino despejado hacía mi trono. O eso pienso, pues este elegido no está a mi nivel.

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