Universo Infinito

Capítulo XI: Enigmas

Omar:

-Dije...-me puse de pie tambaleando un poco.-Que no moriría hoy...

Me costaba estar de pie, sentía un gran dolor en todo el cuerpo, estaba con la cabeza gacha, en ese momento sentí un gran calor recorrer toda mi sangre, vi mis manos y la sangre que la cubría era morada fosforescente, estaba viscosa.

-¡¿Cómo es posible que sigas vivo?!-gritó.-De igual forma te mataré.

-Hoy no...-cerré los ojos y levanté lentamente la cabeza, luego abrí mis ojos clavando mi mirada en él.

Al parecer esto le atemoriza, he hizo que diera pasos hacia atrás, noté que empezo a sudar frió y apretaba los dientes, su semblante había cambiado, al parecer el terror lo invadió.
Por mi parte yo me saqué el desgarrado saco y remangue la camisa blanca, me sorprendí al ver mis venas estaban moradas y brillaban, no tenía tiempo para pensar mucho en esto, supongo que se debía a Apocalips.

-Te daré una última oportunidad de que te retires.-dije seguro, tenía confianza de que iba a derrotarlo de alguna manera.

-Tus trucos baratos no me intimidan, te attavesé mi lanza una vez y lo volveré a hacer.-tomó su postura de batalla.

Eso me hizo recordar que hace unos momentos tenía una herida en el pecho, tante un poco pero ahora solo estaba la camisa desgarrada y manchada de sangre, pero ningún rastro de piel levantada, era como si nada hubiera pasado, tal vez esto sea un sueño por eso tengo la confianza de ganar, y si no es un sueño es una cosa muy fantástica.

-Te lo advertí, ahora dime tu nombre, así sabré a quién derrotaré.

-Jajaja tu palabrería está de más.-sonrío y empuño su lanza.-¡Hydron,Guerrero de Quimex! ¿Y tú?

-Yo...yo solo soy un sobreviviente.-reí un poco.

-Da igual, ahorraré tiempo.-se lanzó al ataque.

Otra vez clavé mi mirada en él, esto le hizo titubear y que se detuviera por unos segundos, luego volvió a correr hacia mí.

-¡Muere insecto!-saltó y me atacó con su lanza.

-No quiero pelear contigo, así que mejor vete.-detuve su lanza con la mano derecha.

-Tus advertencias son en vano, tú hoy morirás.

-Como quieras.-le lancé un golpe al estómago, este le dejó sin aire he hizo que cayera de rodillas.-Te lo advertí...-camine al lugar donde estaba mi profesor.

Cuando llegué el estaba en el piso, le ayudé a ponerse de pies, y con asombro me dijo algo que yo estaba apunto de preguntar.

-Esto no es Apocalips...

-¡¿Cómo?!!-exclamé algo sorprendido.

-Que esto no es Apocalips, y realmente no sé que sea.

-Lo de la sangre y la regeneración no es Apocalipsis...- empecé a balbucear.

-No solo eso, tus ojos cambiaron de color.

-¡¿Que está diciendo?!¿Mis ojos?

-Si, ahora son de color verde, y brillan...

-¿Qué es lo que me está pasando?

-No lo averiguaras hoy, quizás en el otro mundo.-lanzó su lanza.

-Aún quieres pelear.-paté su lanza hacia el cielo.

-Jaja ya dije que morirás.-me tacleo.-Ahora yo tengo la ventaja.-sujeto mi mano derecha.