Capítulo IX: Tinieblas

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Dex

Mi plan funciono casi a la perfección, porque Gemma y los demás ángeles llegaron. Aunque, no conté con que ella atacará de una manera tan brusca al sujeto ese. Su mirada solo contenía odio, perdió los cabales. Eso fue el causante de que no se percatará del arma que sacó Tric. Mis reflejos evitaron una tragedia, pero no puede evitar salir lastimado del brazo.

Aún ambos quedamos indefensos. Tric ya había preparado su ataque, éramos los blancos perfectos. Después de todo, no podré evitar lo que Alexander me dijo...al parecer el destino si está escrito.

- Dos cosas...el relámpago me pertenece...y te dije que esperaras.-miró fijamente a Dex y se cruzó de brazos.

Esas palabras trajeron calma a mi situación. Era él, había venido, pero ¿por qué?, si claramente dijo que no podíamos intervenir en el destino de alguien.

-¿Alexander? Pero dijiste que no podíamos intervenir.-me puse de pie tambaleante.- ¿Qué sucede?

- Lo mismo pregunto...-suspiro Gemma, aún no salía del asombro.

-Lo que sucede es que...cambie tu destino, ahora el universo arreglará esto de alguna u otra manera...donde hay muerte hay muerte.

-¿Estás diciendo que uno de nosotros morirá?- camine con dificultad hacía él.

- Pues no...uno de nosotros no...porque se supone que yo no tendría que venir acá, se supone que yo debo estar en la Tierra, si no estoy en estos momentos ahí, pues cambia las cosas.

-Pues ve ahora mismo.-me puse serio.

-La Tierra no tiene ningún aura detectable en estos momentos, no puedo ir...-apretó los puños.- No lo pensé mucho el salvar a Gemma...solo no quería que esa larva se salga con la suya.-apuntó a Tric.

-Yo sigo sin entender... ¿Qué hace él acá?-se acomodó los cabellos y se unió a la conversación.

-Estabas en peligro.-desvío la mirada y rascó su mejilla.-Solo eso...ahora ve con los ángeles, e infórmale a Miguel, lo ocurrido, y que nadie vuelva a tocar este suelo jamás.- empezó a caminar.

-¡Oye espérame!-lo tomé del hombro.- Dime qué demonios acaba de suceder.

-Te lo cuento en el camino, no tenemos tiempo que perder, y tu nave es la más rápida que conozco-sonrío leve.-Así que avanza...

[Minutos después]

-Primero, no le debes comentar esto a Gem, nunca...-me clavó la mirada directamente a mis ojos, esta denotaba seriedad, pero a la vez melancolía.-Si ella se entera el universo se volverá una locura.-se recostó en una de las paredes.

-¿Por qué la salvaste? Me dijiste que no debía intervenir...y tú interviniste.

-Sentí el aura maligna despertar, me dirigí hacía ella...vi a Tric y se me vino una visión...algo que no me pasaba a mí...si no a Omar...eso me pareció raro...así que me puse a pensar...

-¿Qué observaste?-lo interrumpí preocupado.

-Pues un río de sangre recorría el suelo, una pila de ángeles a los pies de Inox...y Gem...ella solo fue un sacrificio...la mató por diversión...

-La viste morir...-me quedé perplejo.

- Si...sabía cómo iba a morir... pero como te digo si cambias las cosas...todo se altera.-se cruzó de brazos.-Lo estuve meditando, decidí no meterme con los hilos del hado...me despedí de ella...pero cuando la vi atacar a Tric con esa determinación, recordé que es maldito ya había matado a un ángel, y no permitiría que sea el culpable de otra muerte.

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