Capítulo XXVI: El Inicio de la Rivalidad

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Mathias

Llegó la trágica noche del canto, los minutos pasaban, poco a poco se acercaba mi turno, lo que me sorprendió fue la ausencia de alguien...Omar, ¿acaso le dio miedo?

-Bien Mathias lo harás bien...-me decía a mi mismo en voz baja.

-Claro que lo harás bien, solo da lo mejor de ti.-se puso a mi lado.

-Oh Ahmeliha, me diste un pequeño susto.-sonreí.

-¿Acaso soy un fantasma?...Bueno suerte, te toca...-me dio unas pequeñas palamadas en la espalda.

Por fin después de mucho era mi turno, la tensión y los nervios estaban aumentando, pero nadie había cantando bien, creó que tres días de preparación es poco.

[...]

Di lo mejor de mí, creó que hasta ahora soy el mejor, las mujeres me aplaudían, los hombres igual, aunque las mujeres lo hacían con más euforia y pedían otra, supongo que deben de haberse de emocionado ya que sus enamorados, los jugadores, las trataban de calmar.

Cuando estuve bajando del escenario me di con una gran sorpresa, era Omar estaba recostado en una baranda, tenía los cabellos tapándole los ojos, lo cuál es raro en él.

-Por fin libre, ¿No lo crees amigo?-golpee su hombro en forma de saludo.

-Pierdete...-pude sentir una extraña mirada.

-Tranquilo chico emo, te saldrá bien.-me puse a reír, debería de estar nervioso ya él nunca es así.

-Si si lo que digas...-dijo sin gana alguna.

[...]

Era el turno de Omar, y no salía, sabía que estaba nervioso, Ahmeliha se quiso ir pero quería ver como cantaba Omar, ya que cabe la posibilidad de que la malogre.

[...]

Después de cada canción aplaudía inconscientemente, diantres no solo cantaba bien si no que el infeliz sabía lo que hacía, baile, canto, demonios...las personas lo adoraban, el auditorio estalló en locura, menos una persona Ahmeliha, a ella le daba lo mismo, después de todo no me dejó explicarle nada.

-¿Estás segura que no quieres que te diga?

-Ya te dije que no.-fingió una sonrisa.

Omar

Seis de junio a las seis de la tarde en el auditorio seis fue que canté, me pareció raro, pensé que era más de noche, debió ser el alucinógeno ese...me pasé casi toda la noche intentando explicarle a Gem lo que me había sucedido, pero es difícil explicar algo que ni uno mismo sabe que es...claro que obvie el tema de las drogas y los pandilleros, si no iría por ellos.

-Así que tienes como una bipolaridad...-me miró algo confundida.

-Yo no lo llamaría así...-me quedé pensativa.

-Es como si tuvieras un ataque de demencia o algo así.-suspiro.

-No lo sé, es difícil explicar lo que tengo aquí en mi mente, esto pasó por primera vez cuando enfrente a Samyaza...

-Esto me confunde más, ya que antes eras normal, por así decirlo.

-Lo sé, lo sé...mi teoría es que el golpe que recibí de ese sujeto empeoró esto.

-Puede ser, pero el ángel...-hizo una pequeña pausa.-Dijo que estabas bien.

-No lo sé...pero por culpa del "otro sujeto".-hice comillas con los dedos.-Tengo que pedir disculpas a mi mejor amigo.

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