Capítulo XI: Visita

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Alexander

-Ya es tarde y Ahmeliha aún no vuelve...-di un pequeño sorbo del té y moví un alfil. Mathias y yo empezamos a jugar ajedrez para pasar el rato.

-Anda búscala-me ordenó preocupado.

-No me des ordenes.-lo miré fijamente.

-¡Búscala!

-¿A quién busco?- preguntó extrañada mientras cerraba la puerta.

-¿Estás bien?-preguntamos a la vez.

-Eh, pues sí...-se acomodó los cabellos.- ¿Qué haces aquí?-su tono de voz cambió rotundamente.

-Solo vine por Okichan-solté un pequeño bostezo.

-No me digas que el señorito ya tiene que dormir.-me hizo una llave y alboroto mis cabellos.

-¡No vuelvas a hacer eso!-lo aparte a un lado.-Además bostezo por lo aburrida que estaba la partida-sacudí mi ropa.

-Ustedes son como...-titubeó antes de seguir.

-El infantil es él...-interrumpí y puse mi tono más serio que tenía.-Ahora me llevaré a Okichan.

-Es interesante que lo conozcas y te lleves muy bien con él...-afirmó de manera perspicaz.

-Te dije que Omar cuenta historias maravillosas...y siempre me llevé bien con los animales-iba a rascar mi mejilla, pero recordé las palabras de Mathias e hice como que acomodaba mis cabellos.

-Muy bien, cuéntame una de esas historias.-clavó su mirada.

-Aún más...-di un suspiro.- Bueno, Mathias, ¿me sirves otro té por favor?

-Claro, claro...no me perderé esto.-se apresuró a ir a la cocina.

-Muy bien te contaré la historia de Josmar...pero primero Okichan debe ir a dormir.-me incliné a acariciarlo.

-¡¿Josmar?!-pegó un pequeño grito de sorpresa. Ese grito vino acompañado por alguien llamando a la puerta.

-¿Quién puede ser a estas horas?-pregunté intrigado.

-No lo sé...-se dirigió a abrir la puerta. Le tomé de la mano.

-Espera, será mejor que yo abra.-sonreí y abrí la puerta.

-¡Ajá, lo sabía!-gritó de la emoción.

-¿Eh, la conoces?-miré de reojo a Ahmeliha.

-Creo que sí...se me hace conocida.

-A claro ahora me van a negar.-se cruzó de brazos.

-Lo siento, pero creo que te confundiste de casa.-la miraba de pies a cabezas.

-Ay vamos Omar, ahora te harás el loco.

-¿Omar?-preguntó ella extrañada.

-Si Omar, por favor Ahmeliha, ¿tú también?- entre cerró os ojos.

-Al parecer...si te conoce.-la miré con una pequeña sonrisa.

-¿Ivonne?-dudo al hacer la pregunta.

-¿Enserio no me recuerdas?-desvió la mirada.

-Hace tiempo no te veía...-dijo avergonzada.

-Bueno...de ti lo entiendo...pero de ti...-me miró fijamente.- O sea te desapareces, y crees que con pintarte el cabello y ponerte lentes de contacto no te voy a reconocer...-se sobó las manos por el frío.

-Oh santas galaxias...otra persona a la que debo de dar una larga explicación... ¡No soy Omar!-grite al cielo.

-Como que no...o sea tú y ella...siempre supe que eran enamorados y nadie me creía.-soltó una pequeña risa y miró fijamente nuestras manos. Centellas, me olvidé de soltarla.

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