Capítulo XVII: Temores

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Ahmeliha

El viajar por el multiverso me dejó agotada. Fue algo maravilloso, él saber que exiten miles de posibilidades. Lo malo es que Alexander no me quiso mostrar más allá de nuestro presente. Me pregunto cuando será el día en que derrote a Arkin.

[...]

Me levanté temprano, ya que no había olvidado las cápsulas que hizo aparecer. Me dijo que obtendría las respuestas en la mañana, y pues ya estamos de mañana.

- ¿Ahmeliha...?- preguntaron confundidos. Cuando los vi corrí a abrazarlos entre lágrimas.

- Papá... mamá...- les dí un fuerte abrazo.- ¿Cómo es posible?- intenté contener el llanto

- Es una larga historia....- alborotó mis cabellos.- Los padres de tu amigo Omar nos salvaron...lastima que ellos no...- guardo un silencio y bajo la mirada.- Me gustaría decírselo...

- ¡Mamá!- gritó Mathias lleno de felicidad mientras corría a abrazar a sus padres. - ¡Papá!

- Mati...- dijeron ambos y lo recibieron con un fuerte abrazo.

- ¿Quién es ese chico de ahí?- preguntó mi padre mirando detrás de mí hombro.

- Él es Alexander.- respondí luego de girarme a verlo.- Él es...

- No quiero que te juntes con él.- interrumpió.

- ¿Pero qué dices?...Fue él quien los salvó.- le reclamé sin dudar.

- Ya oíste a tu padre Ahmeliha...- sentenció mi madre mirando a Alexander fijamente.

- ¡Ni siquiera lo conocen!- me crucé de abrazo. Estaba enojada.

- Ja...quédate con tu madre...- se dirigió hacía Alexander. Él al verlo acercase dejó de recostarse en la baranda y salió a su encuentro. Quise detenerlo, pero mi madre me sostuvo del brazo. Luego de unos minutos Alex salió volando y se perdió en la nubes.

Alexander

- Están muertos...y no sientes nada...- me miró fijamente y me dió un pequeño empujón.

- He perdido mucho...pero me acostumbre al dolor...- en ese momento sentí el aura de Arkin elevarse.- Pero no es tiempo para lamentarse.- me impulse y volé hacía el lugar.

[...]

- Al fin llegas...- me miró de reojo mientras reía.

- Esto se acaba ahora...Arkin.- tome mi pose de batalla.

- Esto recién comienza...Contempla...¡La Salvación!- se giró y abrió las manos. Detrás de él se empezó a levantar una especie de nube negra.

- Tsk... miserable...¡Cómo te atreviste!- encendí mi aura y cree una esfera de energía en mi palma derecha.- ¡NO LO PERMITIRÉ!- lance el ataque hacía la nube.

- Ja...que patético... Tú me dejaste hacerlo...ahora contempla la consecuencia de tus actos.- desvío mi ataque.

- Creí que podría hacerte cambiar...pero veo que ya no hay vuelta atrás...- apreté mis puños.- ¡Te he fallado,maestro!

- Esas palabras no tienen ningún efecto...¡Yo te las dije!- se lanzó al ataque. Bloque su puño con mi antebrazo.- ¡No me contendre!

- Ni yo...- lo sujeté de la mano y la lancé contra el suelo.- No tengo tiempo para juegos...- me dirigí hacia la gran nube.- ¡Maldición!...- lancé varias ráfagas de energía, pero eran inútiles esas cosas se volvían a crear.- Tsk...si no hago nada...la Tierra estará perdida en menos de trece horas...- empecé a elevar mi energía.- Debo volverlas cenizas...

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