Pretendía dormir hasta las 4 de la tarde, pero con la llamada de mis amigas había despertado 3 horas antes de lo previsto y el sueño que tenía ya había desaparecido, abrí las cortinas de la habitación, ya que me es muy difícil dormir con luz, al mirar por la ventana me llamaba enormemente la atención conocer la ciudad, no pretendía aburrirme en el hotel hasta las 6 así que me cambie de ropa y maquille, tomé mi cartera y salí del hotel.
A unos 10 minutos del hotel encontré una cafetería, era muy bonita y el olor a café me incitaba a comprar, entré y traté de pedir un capuccino y un pan de miel, típicos en Corea, la vendedora por suerte logró entender lo que quería así que no tuve problemas al comprar, me senté en una mesa para esperar lo que había pedido, en la espera veía como una gran cantidad de personas entraba y salía constantemente.
Un chico se acercó a mi, no tenía rasgos asiático, me hablo en ingles para preguntar si sabía cómo llegar a Gangnam, le expliqué que había llegado en la madrugada y no sabia nada de Corea aún, se veía bastante perdido, se sentó en mi mesa sin ser invitado y se presentó como John, era de estados unidos y estaría una semana en Corea para acompañar a su padre en unos negocios, decía que a pesar de manejar un poco el coreano no siempre tenía la confianza para hablarlo, tenía 27 y se había graduado de administración de empresas, repentinamente me contaba de su vida sin ningún pudor.
John: Disculpa no pregunté tu nombre y me auto invité a tu mesa.
_____: Jajajaja así veo, mi nombre es _____.
John: ¿Por que viniste a Corea?
_____: A ver a unos amigos, pretendo sorprenderlos cuando lleguen a Corea, ya que están en España.
John: Entonces estas sola acá.
____: No, también están dos amigos acá y mis amigas de _____ viajarán dentro de dos días. -se acercaba la mesera con mi orden y la dejaba en mi mesa-
John: Oh ya veo, podríamos juntarnos, estaré una semana mas acá y fuera de mi horario de trabajo junto a mi padre me aburro mucho, por eso salgo a conocer Seul, me gustaría ir a la isla Jeju pero no se si me alcance el tiempo.
_____: Está bien, no me parece mala idea, te presentaré a mis amigas y saldremos los 5.
John: ¿Tienes algún numero o correo?
_____: Esta es mi número, whatsapp solo funcionará cuando este en el hotel o con WiFi, ya que es el número que utilizo en mi país y acá no funciona, intentaré conseguir un celular o chip coreano lo antes posible, en cuanto lo tenga te mandaré mi número.
John: Este es el mío, guardalo. Me hubiese encantado seguir hablando contigo, pero debo ir a Gangnam por un negocio. Espero que nos veamos pronto.
_____: Fue un gusto conocerte John.
John: Igualmente _____, espero que disfrutes tu estadía en Corea, adiós.
Se paró de la silla que estaba frente a mi y habló con la mesera para preguntarle como llegar a Gangnam, al obtener la información que necesitaba agitó su mano para despedirse por ultima vez y salió de la cafetería.
No acostumbraba a conocer a alguien así, pero era un chico tan agradable que no me molestaba salir un par de veces con él, de todos modos el estaría solo una semana en Corea y con los negocios que tenía que hacer junto a su padre dudaba que le quedara mucho tiempo para juntarse conmigo.
Al terminar de comer en la cafetería, salí para conocer un poco más el sector, pero sin alejarme mucho del hotel. Por el lugar transitaba mucha gente, oficinistas, estudiantes y simples transeúntes, no veía personas con rasgos americanos lo que me hacia sentir un poco fuera de lugar, quizás por eso tuve tanta confianza con John, ya que era el único con características físicas similares a las mías y ambos nos sentíamos igual de perdidos.
Seguí caminado completamente maravillada por el lugar, habían tantas tiendas que no sabía a cual entrar primero, una tienda llamo mi atención, al entrar vi una enorme cantidad de velas de distintos tamaños, formas y olores, comencé a recorrerla de principio a fin buscando algunas con mis esencias favoritas canela, melisa y lavanda, compre dos de cada una y salí de la tienda para dirigirme al hotel.
