Al día siguiente salimos muy temprano para desayunar con los chicos, para no levantar sospechas y que no nos relacionaran con ellos llegamos 20 minutos antes a una cafetería llamada Kamong, al llegar estaba cerrado no entendíamos que pasaba, Vale bufaba al ver que el horario de atención era de lunes a sábado y hoy era domingo, un par de minutos más tarde se abría una de las puertas de la cafetería y nos hacían entrar a tirones. Al entrar estaban los chicos que nos invitaban a sentarnos junto a ellos, no entendíamos que pasaba y porque estábamos en una cafetería vacía, Kai nos explicaba que ésta era la cafetería de su hermana y como los domingos estaba cerrada le había pedido que se la prestara un par de horitas para desayunar con todos.
El desayuno transcurría y constantemente a Kai se le veía dejar chocolates o galletas en el plato de Vale como si estuviese haciendo mérito para conseguir su perdón, pero ella simplemente hacía el plato a un lado aunque eso significara dejar de comer lo que mas le gustaba, insistentemente lo intentaba de nuevo hasta que vale se aburrió de la situación y le pidió en un tono cortante y serio que la dejara en paz, de vez en cuando me miraba con cara de cachorrito para que lo ayudara y aunque me costara negarme no podía ayudarlo, esto era algo que tenía que resolver solo, tarde o temprano Vale terminaría cediendo. Pasamos toda la mañana en la cafetería, al salir tuvimos que separarnos, ya que los chicos tenían que ensayar una coreografía y nosotras pasaríamos el día conociendo Seul.
Llegamos muy tarde al departamento estábamos cansadas, habíamos caminado todo el día recorriendo centros comerciales y lugares turísticos así que esa noche aunque queríamos decidimos no ir al club de anoche.A la mañana siguiente como ya se nos estaba haciendo costumbre nos levantamos y fuimos a clases, las cuales de alguna forma ya empezaban a rendir frutos dándonos como recompensa a nuestro esfuerzo poder formular frases con sentido y comprender algo de lo que decían algunos alumnos que escuchábamos hablar durante el descanso.
Al termino del segundo bloque de la clase fuimos a la cafetería para comprar algo de comer antes de volver a la tercera y ultima hora del día en la universidad, había un gran revuelo y gritos de chicas, nos acercamos para ver la razón del disturbio y para nuestra sorpresa Chanyeol y Suho intentaban salir de la cafetería con mucha dificultad por las personas que los rodeaban, Caro y Vale la primera reacción que tuvieron fue correr a saludarlos, pero con Javi las detuvimos a tiempo, ella se veía más preocupada que yo diciendo "¿quieren causarles problemas o incluso nosotras ser rechazadas por todos los de nuestra clase?", tenía razón en situaciones como ésta teníamos que olvidar que eran nuestros amigos. Se dieron cuenta de nuestra presencia, pero solo nos miraban de lejos mientras a duras penas llegaban a la salida de la cafetería, con tanta chica histérica por la presencia de ellos recibíamos empujones y uno que otro codazo para apartarnos, Javi sufrió la peor parte ya que un grupo de chicas al pasar corriendo la empujo de tal forma que lograron dejarla de rodillas, Chanyeol al ver esto no pudo contenerse y volvió al lugar donde estábamos para verificar que estuviera bien, se veía molesto y le pedía a todos que se alejaran y respetaran su espacio.Chanyeol: ¿Estas bien? -se veía tan preocupado como el día que me enfermé, pero sus ojos tenían una expresión distinta-
Javi: Sí, no te preocupes vete antes que se vea rara esta situación. -mantenía su vista en el suelo para evitar todo tipo de contacto-
Chanyeol: ¿Estas segura? Fue una caída fuerte. Vamos levantate, lamento que haya pasado esto, pero ahora nos tengo que ir. -todo fue muy rápido, después de ayudarla a levantarse salió de la cafetería junto a Suho, pero constantemente miraba en nuestra dirección hasta desaparecer de nuestra vista-
A los pocos minutos las cuatro recibimos un mensaje de Chanyeol diciendo que nos esperaba a dos cuadras de la universidad en una minivan negra, aún nos quedaban 20 minutos de descanso y si nos apresurábamos alcanzaríamos a verlos y volver a tiempo para la última clase.
No encontrábamos la supuesta minivan de la que hablaba Chanyeol y empezábamos a desesperarnos por el correr de los minutos, llamé a Chanyeol por teléfono, pero antes de contestar la minivan apareció y se estacionó frente a nosotras, se abrió bruscamente la puerta dejando a la vista a Chanyeol, Suho y Lay que los había acompañado porque estaba aburrido en casa sin hacer nada.