Me encerré de nuevo en mi habitación después de aquel momento tan horrible que acababa de tener con mi tía.
Estaba sentada en el suelo con la espalda apoyada en un costado de mi cama, mis piernas flexionadas y mis brazos sujetándolas.
Mientras me encontraba en esa posición, dentro de mi mente se iban reproduciendo una y otra vez las imágenes de lo ocurrido. Sin embargo, suponía que ya debía estar acostumbrada a eso, por tanto, no me sorprendía en lo absoluto que mi tía me gritara de esa manera.
De repente, algo desvió mi atención, haciendo que de un momento a otro dejase de pensar en mi tía. Era mi móvil, que estaba vibrando. Me levanté del suelo y me encaminé hacia mi mesita de noche para cogerlo. Emma me estaba llamando.
-¿Leire?- dijo mi amiga desde la otra línea.
-Hola, Emma- dije yo.
-Escúchame, te llamaba para preguntarte si tienes algo que hacer esta tarde- me dijo ella.
-¿Esta tarde? Mm...No, ¿por qué?- le pregunté intrigada.
-Era por si te apetecía que nos viéramos un rato- dijo ella.
-De acuerdo- dije yo sin una expresión en mi rostro determinada.
-¿Leire, estás bien? Te noto algo rara- dijo mi amiga.
-Sí, no te preocupes- dije en un tono...¿feliz?
-Mm... de acuerdo. Bueno, ¿te parece bien si voy a tu casa a por ti?- me preguntó.
-Por mí bien, como quieras- dije.
-Muy bien, estaré allí a las 18:00, ¿vale?- preguntó emocionada.
-Perfecto, ya nos vemos. Hasta luego- dije yo igual de emocionada, o al menos eso intentaba.
-Hasta luego- dijo antes de que colgáramos.
~*~
Quedaba tan sólo un minuto para las 5:00 de la tarde. A pesar de lo que me había ocurrido al llegar a casa por la mañana, se me había pasado el tiempo bastante rápido. Tal vez sería porque de nuevo estuve hablando con Dylan por Facebook, que aunque sólamente teníamos ese modo de comunicarnos, seguíamos hablando siempre que podíamos. En verdad me alegraba de que se hubiera convertido con el paso de los días en un amigo.
Me despedí de él antes de coger ropa limpia y dirigirme al baño para tomar una ducha rápida.
Al salir, me puse la ropa que había elegido y sequé mi pelo. Lo dejé suelto como a mí me gustaba siempre llevarlo.
Salí del cuarto de baño y volví a mi habitación para preparar las cosas que debía llevarme, como dinero, móvil, etc. Agarré la misma mochila que llevé cuando salí con Max y deposité en ella mis cosas.
El timbre sonó tan fuerte que me sobresalté por un segundo y salí deprisa de mi cuarto, bajé las escaleras y vi que mi tío ya había abierto la puerta.
-Buenas tardes, señor. Soy Emma, ¿está Leire?- preguntó muy educadamente mi amiga.
Caminé lo más rápido posible hacia ellos hasta quedar al lado izquierdo de mi tío.
-Sí, estoy- dije mirando a Emma.
-¿Adónde vas, niña?- me preguntó mi tío con una mueca de seriedad.
-Voy a salir con Emma por unas horas, tío- dije.
-Ah, vale. Haz lo que quieras- dijo girando sobre su eje y volviendo al salón para seguir viendo la televisión con mi tía.
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Hasta Que La Vida Me Sonríe (COMPLETA)
DiversosElla sintió que no tenía a nadie a su lado. Sintió que no valía como persona. Sintió que nada tenía sentido, y cuando se dio cuenta de que la vida no estaba hecha para ella, el destino dio un vuelco. Alguien especial apareció en su camino y de repen...